La hora de tomar decisiones

L'hora blava

L’hora blava
24/03/2018

¿Cómo actuamos ante los conflictos? ¿Es mejor implicarse o evadirlos? ¿Hay conflictos inevitables? L’hora blava nos presenta estos y otros interrogantes, convirtiendo un aparente thriller en una obra de cariz filosófico e incluso político. La alegoría nos lleva a una isla desierta, donde un farero acostumbrado a una vida solitaria, que ha elegido voluntariamente, se ve obligado a convivir con un biólogo que trae intenciones escondidas. Lo más bonito de la fábula es que el personaje más descreído es el que está obligado a poner luz cada noche en un mundo de tinieblas y oscuridad. Es en estos pequeños detalles donde la historia toma vuelo y se transforma, a pesar de que en algún momento quiere abrir tanto el objetivo que acaba desenfocándose.

No se puede negar que los montajes del Col·lectiu La Santa (Quan acabi la nit, Una casa a l’est, etc) siempre parten de un punto de vista bastante ambicioso, cosa que es de admirar. Ahora bien, a veces parece que cuesta llegar al objetivo marcado y el resultado se queda a medias. A L’hora blava falta algo más de contundencia y una dirección más madura, a pesar de que la angustia de los personajes se percibe desde el primer momento y la incomodidad del mensaje se mantiene incluso después de haber salido de la sala. Un montaje que dará para tertulias postfunción y para discusiones sobre el momento histórico actual…

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