Leí una vez que los personajes de Las amistades peligrosas eran tan modernos que actualmente podrían ser estrellas de rock, pero de aquí a montar directamente un concierto con todo los protagonistas de la novela quizás es pasarse de la raya. De todas formas, es exactamente lo que ha ideado Darío Facal, el director de este producto que quiere resultar moderno pero que al final sólo lo parece. Y es que las argucias de Merteuil y Valmont se acaban diluyendo y banalizando entre tanta pirotecnia, aspecto que los va alejando poco a poco de los espectadores. Es cierto que Carme Conesa está bastante acertada como la condesa instigadora de la trama, pero Edu Soto se esfuerza -y me consta que es así- para conseguir un papel que está en las antípodas de la imagen que proyecta… Sabe mal decirlo, pero no conectamos con su Valmont, y en una obra como la que nos ocupa esto resta muchos puntos del resultado final. Por último, comentar que hay una buena utilización de los elementos técnicos (micros incluidos), que hay momentos bien resueltos dentro de la propuesta inicial y que todo ello transcurre como un mal concierto, que a pesar de todo tiene un buen envoltorio. Recomendable para aquellos que no conozcan la novela ni la película, y que quieran dejarse llevar por el ritmo (no siempre acompasado) que marcan los mismos actores.
¡Enlace copiado!