Carta de amor al teatro

L'art de la comèdia

L’art de la comèdia
16/02/2015

He leído últimamente en varios lugares que El arte de la comedia es una obra popular y divertida pero con una importante carga política. No se pueden negar ninguna de estas categorías, a pesar de que lo que más me ha llegado es la carta de amor que Eduardo De Filippo -y ahora también Lluís Homar- hacen a su amado teatro. El magnífico prólogo de la obra, con el personaje de Oreste Campese surgiendo de la penumbra y tomando las medidas del escenario en el que tiene que actuar, es uno de los momentos más bellos del teatro del siglo XX. Homar, con toda la picardía y la experiencia que le dan los años y las tablas, aprovecha el momento y lo sobredimensiona hasta ponernos los pelos de punta. También acierta con la metateatralidad de algunos momentos -lástima que se vaya perdiendo a medida que avanza la obra- y con el aprovechamiento del inmenso espacio de la Sala Gran del TNC. El único inconveniente que le pondría es que el estilo y cadencia interpretativos por los que opta el director y actor se encuentran en  las antípodas de los que habría utilizado el mismo Filippo… No es que esto sea mejor o peor -he leído reseñas que precisamente lo encuentran del todo acertado- pero en momentos eché de menos algún cambio de ritmo, algo que se saliera del camino marcado, alguna estridencia que nos rompiera el talante discursivo de muchas escenas… Sea como fuere, el montaje es de visión obligatoria, ya sea por todo lo que he dicho al comienzo, por el mismo Lluís Homar o por el resto del reparto. con unos destacados Joan Carreras, Lluís Villanueva, Andreu Benito, Roger Casamajor y Mar Ulldemolins.

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