El juego de la sospecha

La Ratonera

La Ratonera
30/03/2014

Aquellos que se sientan decepcionados después de ver La ratonera es que nunca han leído nada de Agatha Christie o bien, directamente, no les gusta y, quizás, no lo sabían. La escritora inglesa nacida al 1890, publicó casi 80 novelas y decenas de historias breves donde repetía una y otra vez el mismo mecanismo hasta llegar a convertirlo en un verdadero subgénero: el whodunit (Quién lo ha hecho?). Planteado como un juego, se trata de presentarnos un asesinato, una serie de personajes sospechosos y toda una serie de indicios que nos ayudarán a adivinar (o no) quién ha sido lo culpable. Esta vertiente de la ficción policiaca pone en primer término el enigma, por delante, incluso, de la coherencia y la verosimilitud. La puesta en escena de Víctor Conde parece consciente de que lo importante es el rompecabezas y opta por potenciar el misterio con subrayados musicales, cambios de iluminación y cierta rigidez en las actuaciones que, en cualquiera otro caso, podrían rozar el ridículo, mientras que aquí se acepta como autoparodia y, por lo tanto, parte de la diversión. De igual manera, tenemos que asumir las trampas narrativas, el ilógico comportamiento de los personajes en ciertas situaciones, los clichés y la resolución de toda la trama en los últimos cinco minutos porque así es cómo funciona este juego. Como tal, adornado con una estética entrañable y pequeños toques de humor inglés, funciona de maravilla. No por casualidad, esta misma obra lleva 62 años representándose en Londres ininterrumpidamente.

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