Vaya por adelantado que valoro positivamente el esfuerzo de los actores-cantantes, la partitura más que correcta de Pedro Pardo y la idea de Empar López de recuperar un personaje de la Barcelona de principios del siglo pasado. Pero una vez visto el resultado final, uno se pregunta si realmente valía la pena hacer una obra sobre este personaje, teniendo en cuenta lo que se explica y cómo se explica. Desde el primer momento sabemos el drama de Dolors Bonella y Alcanzar, más conocida como Lolita o La Monyos, y una vez sabido esto el argumento se enquista y no sabe levantar el vuelo. Las canciones tampoco aportan ningún salto hacia adelante, y a pesar de que los intérpretes lo intenten de todas las maneras posibles el público acaba aburriéndose en medio de diálogos larguísimos que prácticamente no aportan información…
Seguimos creyendo que el Teatre del Raval ha apostado por una estrategia bastante inteligente a la hora de programar, pero también hay que tener en cuenta que si no elige mejor los libretos y la dramaturgia general de sus espectáculos acabará perdiendo un prestigio ganado básicamente con La vampira del Raval, Goodbye Barcelona o Germans de sang.