Un mosaico desconcertante

Krum

Krum
04/07/2014

A juzgar por la sinopsis, el cartel y cuatro cosas leídas sobre la obra y el autor esperaba un espectáculo que para nada se corresponde con lo que Portaceli nos ofrece en el escenario. Esto, de entrada, desconcierta. El texto, por su parte, transita de la comedia al drama acompañado por unos personajes que expresan su vacío con palabras vacías, grandilocuentes o simplemente banales. La directora, por otra parte, ilustra toda este vacío con un tono que caricaturiza los personajes y que aleja al espectador de los verdaderos dramas que nos quiere mostrar. Mucha música, mucho movimiento, mucha colorido y sólo tres o cuatro momentos que realmente importan o emocionan. El reparto es extenso y está formado por grandes actores de nuestra escena, aunque para mi gusto solo Oriol Guinart trasciende con el impagable papel del enfermo que no sabe si es mejor hacer deporte por la mañana… o al atardecer.

En definitiva, un espectáculo que seguramente generará opiniones encontradas, quizás porque ofrece un mosaico de personajes y situaciones que, como mínimo, desconciertan.

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