El autor argentino Javier Daulte, quien ya cautivó al público catalán con propuestas como 4D Òptic, Automàtics, La Felicidad o Com pot ser que t’estimi tant, vuelve con su quinta obra, esta vez dirigida por David Teixidó.
Carnicera se ubica en un matadero donde una trabajadora solitaria charla con una presencia misteriosa que no terminamos de saber si es parte de su imaginación, un gato juguetón o un peligroso terrorista. En cualquier caso, lo que comienza con aires de comedia absurda va transformándose en un interesante thriller conspiranoico donde otros personajes irrumpen, literalmente, en escena.
Se nota que la obra ha sido escrita en pandemia, ya que se ubica en un contexto de paranoia que nos resuena, donde la certeza no existe. La obra plantea un juego de creencias constantes donde nada es lo que parece. Porcia, al igual que el espectador, irá cambiando de opinión y de bando influenciada por su entorno. La verdad absoluta y científica ha muerto, ni siquiera podemos asegurar ya si Dustin Hoffman es el mejor actor del mundo. Bienvenidos a la era de la subjetividad y la incerteza absoluta.
Presentar un tema tan candente con un enfoque de comedia-thriller ya es un acierto. Acompañarlo de estas impecables interpretaciones y una atmósfera envolvente con imágenes potentes es un regalo. Terminarlo con un giro final tan inesperado es dar en el clavo. No sé si Hoffman es tan bueno pero esta obra sin duda lo es, verdad absoluta.