El corazón de la tragedia

Ifigènia

Ifigènia
28/04/2024 - Teatre Lliure – Montjuïc

A menudo vemos representar tragedias griegas como si fueran textos de antes de ayer. Se los desmiembra, adapta y recoloca para no destacar dentro de las producciones habituales de los teatros. Se conserva su tono grandilocuente, a veces se acompañan de escenografías majestuosas o por el contrario minimalistas, pero casi siempre se olvida que el teatro griego tenía una estructura propia, alejada de lo que estamos acostumbrados a ver. Es por eso que cuando, de vez en cuando, alguien hace el intento de acercarse a los orígenes –La Orestea que nos llegó hace unos años de la mano del italiano Luca de Fusco- merece la pena prestar atención y tomar detenida nota.

Es evidente que en esta Ifigènia que ahora nos llega al Lliure también se han tomado algunas licencias –para empezar se representan dos obras en una: Ifigènia en Àulida e Ifigènia entre los tauros– pero se ha priorizado el gran trabajo del coro, así como las diferentes partes que hacen de estas piezas auténticos monumentos históricos. En este sentido, no era fácil adaptar toda la segunda pieza antes mencionada, mucho más oscura y compleja que la primera. De hecho, la obra original se basa en confusiones, sueños y premoniciones, ocultación de los hechos y revelaciones sorprendentes que van tejiendo una trama bastante retorcida. Una trama donde la estatua de Artemisa acababa teniendo mucha importancia, aunque en la adaptación de Albert Arribas sea solo una presencia casi referencial al final de todo el espectáculo.

El montaje dirigido por Alicia Gorina es conservador y rompedor a la vez. Mantiene los largos diálogos o monólogos del texto original, pero no duda en hacer del coro un personaje más… casi protagonista. También se decanta por una puesta en escena grandiosa, telúrica y a momentos sanguinolenta y salvaje. No faltan símbolos potentes –el hacha que se entierra y se desentierra infinidad de veces- pero sobre todo no faltan unos actores y actrices solventes y entregados. Sin ellos y ellas –encabezados por unos pletóricos y juguetones Emma Vilarasau y Pere Arquillué– todo esta locura no habría sido posible.

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