La pasada temporada Imma Colomer estrenó La màgia d’en Calders, un espectáculo en el que se recuperaban muchos de los textos breves del escritor catalán. Justo un año después, Carme Pla al frente y algunas de sus cómplices en T de Teatre en la parte técnica repiten la operación. Ahora ya no sólo se recupera a Calders, que también, sino que se busca la complicidad de Santiago Rusiñol, de Jesús Moncada, de Josep Carner y de los aforismos de Joan Fuster, que hacen de unión y de nexo a todo el conjunto. La intención es buena y el resultado correcto, ¿pero qué sentido tiene ahora un collage de este tipo? ¿Cuál era la verdadera intención? Parece ser que se quiere recopilar un determinado sentido del humor de nuestros escritores más preciados, pero como compilación es pobre y como muestrario de autores insuficiente. Carme Pla demuestra tener recursos y muchas tablas, pero la sensación final es la de una obra de encargo o la de un entretenimiento entre proyectos de más envergadura.
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