En un momento en el que la oferta de monólogos humorísticos es tan amplia, resulta reconfortante encontrar a un artista que marque la diferencia aportando alguna novedad al género y si, además, transmite algún tipo de mensaje, como es el caso, incluso mejor. El nuevo espectáculo del actor, cómico y dramaturgo Gabriel Córdoba es un divertidísimo viaje emocional a través de los sueños de un joven de pueblo que se traslada a vivir en la gran ciudad para convertirse en una gran estrella. Con una depurada técnica de Stand Up clásico, el show regala al espectador un gran abanico de chistes efectivos y situaciones hilarantes donde el genuino punto de vista del protagonista juega con los tópicos de la homosexualidad para romper todos los tabúes y prejuicios del público generalista. La propuesta, a pesar de no ser un musical, incluye canciones con homenajes a David Bowie, Madonna, OBK, Mecano y al montaje de Broadway Hedwig and the Angry Inch, entre otros. Quizás hay algunos detalles que se podrían mejorar como ciertas ocurrencias que funcionan mejor que otras o la fluidez narrativa de algunas transiciones. Sin embargo, el conjunto consigue, con un ritmo trepidante y mucha energía, contagiar a la platea de buenas vibraciones y mucha alegría, dejando espacio, más allá del entretenimiento, para algún comentario mordaz y reflexiones de gran valor. Se trata, en definitiva, de un monólogo lleno de ternura, carisma y la autenticidad admirable de una personalidad que, sea o no sea una estrella, brilla con luz propia.
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