Huída hacia adelante

Fuga de conills

Fuga de conills
11/03/2018

Los conejos son unos animales que cuando huyen, generalmente por miedo, lo hacen a la desesperada, sin mirar donde van y sorteando los obstáculos como pueden. En esta obra de Martina Cabanas Collell tenemos tres jóvenes que tampoco saben demasiado bien donde van, pero que huyen adelante por inercia, acompañados de una serie de sustancias que, en principio, les tienen que allanar el camino. La precariedad laboral de los actores, las dudas sobre la maternidad, la impotencia causada por las drogas y, sobre todo, la desesperación ante un mundo que no cuenta con ellos son los grandes temas que planean durante los 70 minutos de función. Todo ello con toques oníricos que ayudan a subir el nivel y, curiosamente, aportan más sentido que los diálogos a gritos en medio de la disco.

Uno los problemas de Fuga de conills es que se asemeja demasiado a Wasted, de Kate Tempest, pero sin la profundidad y la complejidad que la británica da a sus personajes. Aquí se han querido mezclar escenas cotidianas y diálogos realistas con un nivel más literario, pero el encaje no ha acabado de funcionar. Los personajes no tienen tiempos para crecer y sus conflictos resultan, a ratos, un poco frívolos. La estética, sin embargo, y el intento de dar una nueva dimensión a la historia hacen que el texto levante el vuelo en alguna escena. Lástima que sea un vuelo corto, como el trayecto de estos personajes inseguros y temerosos.

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