Aprovechando que Dagoll Dagom cumple 40 años y que Mar i cel se acaba de reestrenar, era una muy buena idea que volviera Flor de nit, la otra gran producción musical de la compañía. Y ha vuelto de la mano de Víctor Álvaro y el Almería Teatro, en versión de pequeño formato y con todo el respeto y pasión que merece este gran homenaje al Paralelo.
Ahora que han pasado los años y que las cosas se pueden ver en perspectiva, y no forzosamente bajo la alargada sombra de Mar i cel, podemos asegurar que Flor de nit es un musical redondo, con un argumento muy completo y bien trabado y con una de las mejores partituras de Guinovart. La prueba más clara es que la versión minimalista y cabaretera del espectáculo, nada que ver con el monumental montaje de 1992, lo resiste prácticamente todo. Es cierto que en ocasiones cuesta seguir el argumento, sobre todo por la supresión de personajes y por el desdoblamiento esquizofrénico de los actores. Y también es cierto que la escenografía y la iluminación, a pesar de ser igual de sencillas, podrían ser mejorables … Pero, sea como sea, volver a escuchar canciones fantásticas como la que da título a la obra o el conocido himno al Paralelo ha sido un momento impagable, en el que también ha tenido mucho que ver el entusiasmo de un reparto acertadísimo, con Beth Rodergas al frente.