Dolor, miseria y más dolor

Fàtima

Fàtima
23/10/2022

Viviendo a la deriva o más bien sobreviviendo a la vida y a todo lo que le envuelve. Haciendo fuerza para levantarse cada día y pensar que controla su vida, que no hace nada que no quiera, que no ha sido fácil, pero que es autosuficiente y que da igual lo que haya pasado o lo que piensen de ella.

Acompañamos a Fàtima, la protagonista, en un día más de su desgracia. Rechazada por la sociedad que no la comprende, que no puede entender qué le pasa por la cabeza o porqué está sufriendo. Primero una compañera de piso que la echa de su vida por falta de conocimiento y porqué está asustada por como pueda acabar todo. Enfadada porqué otra vez alguien se ha querido meter en su vida, se va y se adentra en un barrio marcado por la soledad, las drogas y el abandono. Van pasando por el relato personas olvidadas que tienen más en común de lo que podrían pensar. Y en medio de todo, una violencia intrínseca de la sociedad que destroza vidas sin miramientos.

Esta obra es misera y mucho, pero mucho dolor sin freno, Queralt Casasayas (Fàtima) se exprime en el escenario, muestra hasta la última gota de este dolor mientras buscar huir de él. Sin paliativos muestra la tristeza, la pena y una herida abierta en el alma imposible de cerrar. Lo que hace Casasayas durante toda la producción es desposeerse de si misma para entregarse completamente al personaje y el público lo agradece con cada aplauso desorbitado al final de la obra. Pero no está sola en el escenario, el resto de personajes ayudan a elaborar un perfil exacto de la sociedad que la rodea y la va moldeando.

Pocos elementos en el escenario, con un diseño de luces específico y detallado que acompaña a la perfección la aparición de cada persona que orbita alrededor de Fàtima. Personajes puntuales, pero que convierten simples encuentros en puntos de inflexión sencillos y determinantes.

Con un montaje atrevido y sobrecogedor, la angustia y la aprensión van apoderándose de la espectadora deseando que no acabe el relato como todo apunta… Desgarradora y real, esta es una de las grandes propuestas del teatro actual.

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