La (muy) diva Concha Piquer y el poeta Lorca juntos en este imaginado encuentro en la antesala de la trágica Guerra Civil. Dos Españas, cada una con sus verdades absolutas y frágiles puentes en medio. Un encuentro de artistas en tierra extraña, una que quiere matarse, Y entre coplas, diálogos divertidos, serios, reflexiones, reproches, dramas personales, bromas bailes y cantes, una sombra guerracivilista se acerca al teatro hasta que lo salpica. No hay vuelta atrás…
Esta En Tierra extraña de Juan Carlos Rubio es un espectáculo total que ni de lejos sólo está dirigido o entusiasmará a quienes gustan de la copla.: es comedia, y buenísima, es drama y no sólo por la tragedia que espera al poeta, es música magistralmente interpretada.
Gran parte del éxito deriva de las maravillosas interpretaciones, acompañados de una cuidada escenografía, iluminación y vestuario. Admito mi desconocimiento de Diana Navarro hasta ahora (yo pecador me confieso), quien debuta en las tablas, con presencia escénica, magistral vocalmente, notable en la interpretación dramática y sobresaliente en la cómica y el combate dialéctico. La acompañan de igual a igual Alejandro Vera como Lorca, muy creíble, de quien no oculta esa pedantería que uno diría le salía natural, ese señorito con sus contradicciones y que dispara sentencias poéticas de las que tomar nota. Y la figura que los une, que brilla por sí sólo, Avelino Piedad, como Rafael de León, un genio letrista para quien no brillan los focos, y que entrega sus diálogos con Concha con una comicidad por la que repetiría por tercera vez esta obra.
