Las mejores comedias acostumbran a partir de un detonante sencillo y poderoso que desencadena toda la historia. Cuanto más condensada esté la potencia de su premisa, más gratificante será por el público ver sus consecuencias en los personajes. En este sentido, El test cumple ejemplarmente esta condición, ya que el punto de inflexión del conflicto es un simple dilema teórico: “Qué escogerías? 100 mil euros ahora mismo o un millón de aquí a 10 años?”. Si debatís un poco con vuestro entorno esta pregunta, comprobaréis que se trata de una cuestión que, sorprendentemente, divide la sociedad en dos. Desgraciadamente, este tema tan jugoso no acaba de aprovecharse en la historia que propone el autor Jordi Vallejo. La deriva del planteamiento inicial como hipótesis teórica y coloquial hacia una propuesta real de uno de los protagonistas es poco verosímil, difícil de sostener dramáticamente y condena al argumento a un confuso entramado de justificaciones e incoherencias de poco interés. El montaje es simpático pero le faltan mejores chistes, líneas de diálogo más ingeniosas y una cohesión coral más trabajada. Hay demasiados momentos en los que parece que sobre alguno de los personajes u otros donde sus diferentes objetivos se pisan, complicando el ritmo innecesariamente con caminos sin salida e ideas mal rematadas. Tampoco los intérpretes acaban de encontrarle el punto, con la excepción de un acertado David Vert que destaca por su naturalidad. Esto y algún tic más propio de teatro amateur marcado desde la dirección hacen del conjunto un producto algo fallido, a pesar de sus virtudes y su gran potencial.
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