Ya hace unos años que el teatro argentino aterrizó en nuestra ciudad de la mano, principalmente, de Javier Daulte, entre otros autores y directores, causando un gran impacto y entusiasmando por su realismo, ritmo y sentido del humor. Después de tanto tiempo, El loco y la camisa demuestra que este innovador y fresco savoir-faire bonaerense llegó para quedarse. Tanto el texto como la puesta en escena de Nelson Valente destilan una ternura y un dolor tan auténtico que asusta. Jugando con ideas clásicas como la del loco que dice verdades, presenciamos una hiperrealista sucesión de momentos cotidianos de una familia que nos hará reír y llorar como si fuera la nuestra, y nos dejará pretéritos con un final emocionalmente apoteósico.
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