Una pieza de museo

El joc de l'amor i de l'atzar

El joc de l’amor i de l’atzar
24/05/2014

Si hace unas semanas decíamos que Hermann Bonínn había sacado el polvo a todo un clásico cómo es La dama de las camèlies, ahora vemos que Flotats ha preferido dejar a Marivaux encerrado en la vitrina… del museo. Es cierto que su propuesta es preciosista, impecable y delicada, pero la puesta en escena no se distingue mucho de las que se hacían en el siglo XVIII. Además, esto no es la comédie française, aunque el reparto se esfuerce y consiga interpretaciones más que solventes.

El problema principal del montaje es que ya no estamos en el XVIII, y el público reclama algo más de los clásicos… y también de los directores. Si una cosa tengo clara es que si hay espectadores que se aburren con Goldoni, Marivaux u otros autores por el estilo, no es por culpa ni de Goldoni ni de Marivaux sino que lo tendríamos que buscar otros factores. Y si no, vean la maravilla que Pascual ha conseguido con Els feréstecs (Los indómitos), que en otras manos podría haber resultado también… una pieza de museo.

Aún así, no quiero decir que esta sea una propuesta desechable. Josep Maria Flotats dirige siempre con mucho gusto, y algunas escenas -como por ejemplo la del final- demuestran que sigue en plena forma y que seguramente no tardará mucho en darnos otra pièce bien faite. Ojalá que pueda volver a ser en el TNC.

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