Un drama desajustado

El beso de la mujer araña

El beso de la mujer araña
10/06/2023 - Teatre Goya

El beso de la mujer araña es una novela de Manuel Puig de 1976 un, inspirada en el preso político Luis González de Alba. Después vendría la película protagonizada por William Hurt (su único Oscar) e, incluso, un musical de Fred Ebb y John Kander que ganó el premio Toni en 1993. En medio de todo esto habría varias adaptaciones teatrales, como la que nos llega ahora. Y es que el teatro era el espacio ideal para explicar una historia que pasa entre las rejas de una celda, donde solo la fantasía y la imaginación de Molina (una mujer en el cuerpo de un hombre) consiguen abrir una ventana a la esperanza.

El equipo que ahora defiende esta versión (Eusebio Poncela, Igor Yebra y la misma directora Carlota Ferrer) ya había trabajado hace unos años en Madrid, en un curioso montaje que llevaba el esclarecedor título de Esto no es la casa de Bernarda Alba. Allá se mezclaba texto, danza, movimiento corporal… y se jugaba con varios recursos con la intención de sorprender y de llevar la atención del espectador hacia otros terrenos. Aquí también pasa algo de todo esto, pero tengo la sensación que las ideas no han encontrado una buena resolución. Adivino las intenciones de dirección e incluso aplaudo algunos hallazgos (el guardián-títere), pero creo que no se acaban de ejecutar bien y que quedan un poco a medias. También me pareció –al menos el día del estreno- que había desajustes con el sonido y con la iluminación.

En cuanto a la interpretación también está, para mi gusto, descompensada. Poncela construye un Molina hecho a medida, haciéndolo transitar todo el rato por la cuerda floja con una gran sensibilidad y un cuidado extraordinario. Si no fuera por los problemas de sonido antes comentados, podríamos decir que es una de sus mejores interpretaciones en el teatro. Por su parte, Yebra no se encuentra tan cómodo en el papel del represaliado político. Salva muy bien toda la parte gestual –era obvio tratándose de un bailarín de renombre, aunque en estos momentos no ejerza- pero se encalla con la parte hablada, quizás la más comprometida tratándose de un personaje con tanto  peso en la trama.

El texto, a pesar de que a momentos da la sensación de haber envejecido un poco, tiene fragmentos preciosos y juega muy bien con toda la parte narrativa. De hecho, los momentos en que Molina explica el argumento de La mujer pantera acaban siendo lo mejor de la función, junto con un final poético y emotivo que Carlota Ferrer ha resuelto muy bien. Y es que allá donde suene el We’ll meet again, de Vera Lyn, siempre se producirá un poco de magia.

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