La acogida de niños es una realidad parcialmente desconocida, pero constituye uno de los mayores actos de generosidad que puede hacer una persona por otra: cuidar de su hijo temporalmente, mientras el otro recupera el control de su vida. ¿Pero qué pasa cuando acaba esta acogida? De eso es precisamente de lo que habla Dos familias, del momento en que unos padres de acogida tienen que devolver al niño a su padre biológico, y de todos los sentimientos que eso provoca tanto en los unos como en el otro. Miedo, inseguridad, nervios, tristeza, emoción y una larga lista de sensaciones que se narran de una manera objetiva, sin sensacionalismo, con todo el respeto, la empatía y la ternura que pide la situación, y que dan lugar a una historia sencilla pero emotiva, que conmueve y hace pensar sin jugar con el espectador.
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