Parejas que vienen y van

Parejas que se encuentran por una aplicación de móvil, parejas que viven el primer amor, parejas que no se respetan… y otras que no se entienden. Todo esto entra dentro de Desencuentros, un collage de pequeñas escenas, no siempre en continuidad ni con una resolución clara. Más bien estamos ante pequeños ejercicios teatrales sobre la pareja que, poco a poco, van conformando un todo homogéneo, aunque solo sea por su temática. Creo que con una dramaturgia más trabajada y ambiciosa la obra mejoraría, pero no se puede negar tampoco la simpatía que desprende ni las risas que provoca. En parte, gracias al trabajo de sus actores (Anabel Riquelme y Jesús Luis Jiménez), que a pesar de no estar cómodos en todos los roles (llegan a interpretar un montón de personajes cada uno) sí que juegan fuerte con la espontaneidad y la frescura de unas interpretaciones que intentan huir de vicios y estereotipos. Suponemos que también ha tenido que ver la dirección de la actriz y profesora Alejandra Jiménez-Gascón, una actriz que nos fascina cada vez que vuelve a su Blanca Desvelada y que ha hecho de la naturalidad interpretativa una auténtica bandera. Una buena oportunidad, pues, para ver actores que defienden bien, que se pelean con sus roles, que luchan con los mil cambios de vestuario (totalmente innecesarios) y los tiempos muertos que tan poco ayudan al trabajo interpretativo. Actores de raza que afrontan cada proyecto, por pequeño que sea, con la misma ilusión… Y esto se nota.