Deslumbrante maquinaria

Dagoll Dagom: Scaramouche

Dagoll Dagom: Scaramouche
12/11/2016

Le gusten (o no) los musicales de gran formato, probablemente, ningún espectador podrá escaparse de caer en el encanto de la deslumbrante maquinaria de la nueva propuesta de Dagoll Dagom. Con una factura verdaderamente espectacular, Scaramouche tiene todas las piezas al servicio de convertirse en todo un acontecimiento teatral. Los decorados, el vestuario, la iluminación, los cambios de escenografía y la banda de músicos consiguen estar a la altura de lo que se espera ante un caro montaje como éste. La experiencia, a nivel formal, es satisfactoria: resulta gratificante, mágica y sorprendente. Sin embargo, a pesar de su espléndido despliegue técnico, lo cierto es que, en cuestiones de contenido, la dramaturgia de Joan Lluís Bozzo no consigue mantener el interés del público durante sus casi tres horas. La historia es previsible, le falta un sentido del humor más efectivo y las canciones suenan algo demasiado monótonas. Con todo esto, el camino del aburrimiento se acaba por transitar demasiadas veces en este show que, en otras cuestiones, brilla con una fuerza admirable. Es una lástima que, teniendo los medios, no se haya conseguido todavía hacer, en nuestra tierra, un musical autóctono al nivel de las grandes producciones que triunfan en todo el mundo. Está claro que hemos creado producciones propias dignas de ser estrenadas en Londres o Broadway, pero ninguna, todavía, digna de pasar a la historia internacional. Quizás esto es pedir demasiado en un país tan pequeño como el nuestro pero, si tenemos el talento, siendo optimistas, sólo tendría que ser una cuestión de tiempo.

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