A quien le guste el teatro argentino siempre podrá encontrar algo interesante en la cartelera barcelonesa. Ya sea con espectáculos que vienen directamente de Buenos Aires, obras dirigidas aquí por directores argentinos (el caso de Nelson Valente, ahora de estreno en el TNC) o bien con compañías de Madrid, como es el caso que ahora nos ocupa. Además, no hay que olvidar que este montaje forma parte de Latituds, el ciclo de teatro latinoamericano de proximidad en Barcelona.
Cómo toda buena obra argentina, esta también tiene la familia como eje central y vertebrador de la trama. Nos encontramos con una madre y un hijo con discapacidad intelectual que viven como pueden en un pequeño apartamento de una pequeña ciudad. La llegada de la sobrina lo hará tambalear todo, y especialmente hará que la relación entre madre e hijo se replantee y entre en una nueva fase. No podemos decir que la historia no sea interesante, pero hay algo que la ralentiza y le hace perder efectividad. Pensaba, conociendo este tipo de teatro y este tipo de compañías, que me emocionaría más con los personajes… pero no ha sido del todo así. Ahora bien, no se puede negar una entrega absoluta de los actores y algunas escenas realmente exitosas. En este sentido, destacar la parte final donde la madre (una divertida pero también emotiva Silvia Villazur) decide romper el cordón umbilical que la liga tan firmemente al hijo. Un momento delicado y tierno por el que ya merece la pena ir hasta el Versus.