La magia de Bosch, Madaula y De Filippo

A teatro con Eduardo

A teatro con Eduardo
14/04/2016

Si tenemos en cuenta que el fragmento de Home i Senyor es sólo un aperitivo, seguro que podemos abandonarnos a la magia del autor napolitano y disfrutar de La gran il·lusió de la manera que se merece. Algunos dicen que no se tendrían que haber juntado las dos piezas, pero lo que está claro es que el encanto de la segunda es innegable. Se trata de un texto más cercano a L’art de la comèdia que a Dissabte, diumenge, dilluns. Concretamente, estamos ante un De Filippo más pirandelliano que nunca, que escribe con sencillez -y un trasfondo desolador- sobre la afilada frontera entre ficción y realidad. De hecho, no es nada inocente la historia del pobre Calogero Di Spelta, que prefiere vivir en la mentira antes de afrontar la verdad.

La manera como Pasqual lleva a cabo la propuesta escénica es sencillamente mágica. Las proyecciones, la música en directo, la habilidosa utilización de los recursos del Lliure y el uso de un atrezzo muy acertado dan el envoltorio perfecto al producto, que a mí me interesó de principio a fin… quizás porque Bosch y Madaula me dejaron tan boquiabierto que ya no me desenganché de la historia. Lo que hacen realmente estos dos actores -muy bien secundados por un reparto muy sólido- parece fácil pero es realmente digno de admirar. Envidiamos a compañías extranjeras (muchas veces con razón), pero estoy seguro que algunas de ellas (las italianas, incluidas) envidiarían tener dos actores como estos, capaces de pasar por el clown o la farsa como quien pasea por un camino largamente transitado y entrenado. Sin ningún tipo de duda, un espectáculo recomendable y con más capas de contenido de lo que aparentemente pueda parecer.

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