‘24 horas en la vida de una mujer’ representa el recuerdo que tiene una aristócrata al comienzo de su vejez de un maravilloso día hace muchos años en el que se saltó las normas a las que estaba destinada desde su nacimiento y siguió un impulso tras conocer a un joven en un casino de Montecarlo.
Mrs. C, personaje interpretado por Silvia Marsó, salva a un guapo ludópata del suicidio tras perderlo todo en el casino. Prendada de él, le da refugio, le da dinero y hasta habría renunciado a todo si se lo hubiera pedido. Lo que ocurrió en esas 24 horas…sólo lo podrán saber yendo al teatro.
Nunca había visto a Silvia Marsó en los escenarios, y no por falta de ganas. Cuando por fin he tenido la oportunidad, mis expectativas no se han visto mermadas. Todo lo contrario: se han visto superadas con creces. ¿Recuerdan aquella maravillosa azafata del 1, 2, 3? Pues la misma figura, la misma belleza, la misma energía, pero con mucho más talento, el que da la experiencia y el buen trabajo. Y cómo canta…
Felipe Ansola interpreta al adonis ludópata. Un ejemplo más de la buena cantera de actores/cantantes que están poblando la cartelera madrileña. No tenía el gusto de conocerlo pero no lo perderé de vista. Esperaré con impaciencia sus trabajos futuros.
No he mencionado que ‘24 horas en la vida de una mujer’ es un musical y es una muestra de que, cuando hay talento, se pueden hacer buenos musicales con pocos instrumentos (tres en este caso) y sin cambios de escenografía. Una partitura oscura y nada fácil que, salvando las distancias, a veces recuerda momentos de Sweeney Todd o Jeckyll & Hyde.