Desde que se dieron a conocer con la magistral Pulmons, el equipo de Sixto Paz Produccions ha despertado el interés de crítica y público con cada nueva propuesta. Como ya pasaba con L’efecte, su anterior montaje, Pretty tiene una vocación mucho más comercial que aquella hipnótica historia de pareja dirigida (como aquí también) por Marilia Samper. El resultado, en este caso, vuelve a ser efectivo: la obra divierte y propone un tema interesante del que se puede debatir al salir del teatro. El texto de Neil Labute juega con unos diálogos coloquiales, llenos de naturalidad y giros ingeniosos que aprovechan una anécdota para desarrollar un conflicto que se extenderá a lo largo de todo el espectáculo. El problema de esto es que el pequeño desencadenante, en realidad, promete hacer una reflexión mucho más profunda de la importancia de la belleza en nuestra sociedad y en las relaciones amorosas para, finalmente, no pasar de la superficie. Se trata de un texto bien escrito pero poco ambicioso en cuanto al desarrollo de sus posibilidades. Obviando esto, Pau Roca y compañía hacen un buen trabajo interpretativo, apostando por la vis cómica a pesar de que, en algún momento, por las ganas de querer hacer reír pierdan de vista la verosimilitud del personaje o de la situación. Amena, simpática y fresca, fácilmente puede cumplir las expectativas de un gran número de espectadores, como aquel amigo con quien te lo pasas tan bien que acabas por no verle los defectos.
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