El año 2018 Roc Esquius y Sergi Belbel tuvieron su primera, y fructífera, colaboración en Sàpiens. Ahora han vuelto a unir fuerzas, esta vez en la construcción de un texto conjunto que supone un artefacto o ingenio teatral muy suculento. Se trata de una historia de ambiente laboral (un directivo tiene que despedir a uno de sus tres trabajadores) explicada simultáneamente en dos ambientes diferenciados. En la primera parte escuchamos solo lo que ocurre en uno de los ambientes y vemos -pero no entendemos- lo que pasa en el cuarto de al lado… No será hasta la segunda parte cuando repetiremos toda la acción llenando los agujeros que antes habían quedado en blanco.
Desde el principio tenemos claro que lo que no se escucha acabará teniendo mucha importancia, pero quizás la resolución de todo tarda demasiado en llegar. Y es que cuesta reír de una situación que provoca cierta extrañeza y que, pasados unos minutos, ya sabemos que es complementaria de otra. Por eso funciona mucho más la segunda parte, la que da luz a los ángulos muertos y nos muestra todas las pequeñas miserias o las grandes virtudes de los cuatro protagonistas. Unos personajes, por cierto, que son interpretados con energía y un gran sentido del ritmo por Ramon Godino, Alberto Lozano -divertidísimo como contable estrafalario-, Berta Bahr y Rafaela Rivas.
La dirección de Lluís Elías es igual de enérgica y trepidante, a pesar de que a momentos quizás exagera algunos elementos y propone situaciones que hubieran quedado mejor un poco rebajadas. Sea como sea, el espectáculo se disfruta de principio a fin y proporciona al espectador la satisfacción de ir llenando de contenido las lagunas argumentales. No hay nada que guste más que cerrar enigmas, y con esta obra la resolución está asegurada.