Uno de los principales referentes del nuevo circo contemporáneo francés presenta un espectáculo que nos habla de la condición humana con los lenguajes del circo y el movimiento y empleando grandes dosis de poesía.
Sinopsis
Creó su compañía en 2010 y ha protagonizado una ascensión fulgurante en el mundo de la escena que le ha llevado a codirigir, con Rachid Ouramdane, el Centre choréographique national de Grenoble (CCN2). ¿Por qué enamora a todo aquel que ve sus espectáculos? Para entenderlo, hay que ver a Yoann Bourgeois y sus colaboradores en el escenario y dejarse seducir. Él mezcla la danza y las técnicas de circo, dos de las disciplinas en las que se ha formado, y lo aliña todo con la música en vivo de un arpa. Es la banda sonora de un sueño que, por instantes, se va convirtiendo en metáfora de la propia vida. ¿Sabéis qué es el punto de suspensión? Pues es aquel momento en que un objeto lanzado al aire alcanza el punto más alto de la parábola antes de empezar a caer. Estudiad este concepto de la física porque es el auténtico protagonista de un espectáculo en el que se encadenan las caídas (físicas y emocionales), que siempre son el preludio de un nuevo comienzo. Coreógrafo, malabarista y acróbata a la vez, Bourgeois revisita la acrobacia a partir de los conceptos de desequilibrio e impulso y logra así convertir la caída en un salto… ¡a la inversa!
Creador de montajes como Cavale, L’art de la fugue, Wu-Wei y Celui qui tombe, en Minuit Bourgeois continúa sus investigaciones con la ayuda de aparatos y dispositivos que amplifican los fenómenos de la física y los ponen al servicio del circo. El resultado es un espectáculo hecho de vértigo, de movimientos inesperadamente armoniosos y de una poesía que se dirige directamente al corazón mientras nos dibuja una sonrisa en el rostro.
