La Gran Duquessa de Gerolstein

El género musical está de enhorabuena, ahora mismo parece que en la ciudad está resurgiendo el género con fuerza, y esperamos que el público lo valore y vaya a ver todas las propuestas que van apareciendo en las múltiples salas de la ciudad. Una de las sobras que os quiero recomendar se La Gran Duquesa de Gerolstein. Una opereta satírica de Jaques Offenbach, (Autor de La Perritxola, La Bella Helena…) que se puede ver en el Teatro Almería y que es una demostración total y absoluta de talento, humor y grandes dotes interpretativas que gustarán a grandes y pequeños.

La obra habla del militarismo, el poder, el amor y la corrupción con canciones de aquellas que se te quedan pegadas al cerebro, hasta un buen rato después de acabada la función, cuando caes dormido en la cama. Y es que con una orquestación muy sencilla, pero con unas voces y coreografías trabajadas al por menor esta pequeña compañía de actores y actrices que se conocieron al Instituto del Teatro nos regalan una adaptación de una obra que originalmente necesitaría 30 intérpretes, convirtiéndola en un continuo de gags, chistes y bromas.

No os perdáis esta oportunidad, os gustará seguro!

Si bien esta versión de La Gran Duquessa de Gerolstein se trata de un espectáculo de pequeño formato, con una escenografía austera, según se va desgranando la obra, vemos cómo los cuatro jóvenes actores han conseguido realizar una adaptación en la que todo está pensado, y cada elemento, cobran un sentido crítico bastante potente en contra del militarismo irreflexivo y la parafernalia militar. Los poderes y caprichos se entremezclan gracias a su protagonista, una tiránica duquesa que provoca la guerra porque se aburre y que hace actuar a su antojo a todo el mundo que le rodea.

Con unas voces espléndidas, con mención especial a Anna Arena, y una interpretación bastante conseguida, en la que el travestismo es la nota predominante -es Albert Ruiz, el único chico, el que interpreta a la Duquesa; los cuatro actores, interpretan a varios personajes, cantan, bailan y en algún momento hasta tocan algún instrumento. Y es que esta joven compañía apuesta por los artistas completos.

Con todos estos ingredientes, lo que podemos esperar de este espectáculo de teatro musical, con elementos muy originales y con puntos de crítica, es entretenimiento y diversión, entrelazados con canciones bastante pegadizas que nos llevan de viaje por la vida de la Duquesa y sus caprichos atados al poder que tiene. En resumen y en pocas palabras: no te la puedes perder.

Penso que no és una bona obra per adaptar amb pocs mitjans, doncs la seva gràcia va ser el luxe amb la que va ser estrenada l'any de l'Exposició Universal de París. Ara corren temps difícils i com que l'obra és fluixeta i la música tonteta, doncs res ha pogut destacar.

Las operetas de Offenbach son divertidas, disparatadas, críticas y entretenidas. Partiendo de este punto, la joven Compañía Bratislava hace una versión muy acortada pero magnífica. Cuatro actores travestidos juegan todos los papeles del auca (incluso el de orquesta espontánea!), y explican a ritmo de pegadizas canciones los delirios viciosos de una duquesa guerrera que enviará a la muerte quien sea necesario para tincarse el soldado de quien se ha encaprichado.

La puesta en escena es austera pero imaginativa, y los originales tocados te sorprenderan (¿cuántos cacharros de cocina salen a lo largo de toda la función?). Si quieres ver un espectáculo que te haga sonreír y salir de la sala dando saltironcillos, vete a conocer la Duquesa de Gerolstein.

La gran duquessa de Gerolstein ha sido mi primera opereta. Nunca había visto una y debo decir que la disfruté mucho. Al fin y al cabo, no es tan distinta de un musical (de hecho, la ópera buffa y el musical están emparentados). En La gran duquessa de Gerolstein encontramos un argumento de farsa, canciones memorables, una puesta en escena original y muy conseguida, y un elenco de actores preparados que se atreven a cantar sin micro y acompañados solo por un piano (o un acordeón). Francamente, cuando entré en el teatro no sabía qué esperar, pero salí entusiasmada. Un montaje muy recomendable en todos los sentidos. Os sorpendrerá.

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