Colmenas

Sinopsis

Edda y Carles se reeencuentran un tiempo después de su dolorosa ruptura. No ha sido un encuentro planeado, ni siquiera deseado. Se reencuentran obligados por las circunstancias: hace un año Edda se hizo amiga de Enam, un joven subsahariano que vive en un centro de menores extranjeros no acompañados (“menas”). Esta noche Enam ha desaparecido, tras ser declarado mayor de edad. LlegaEdda y Carles se reeencuentran un tiempo después de su dolorosa ruptura. No ha sido un encuentro planeado, ni siquiera deseado. Se reencuentran obligados por las circunstancias: hace un año Edda se hizo amiga de Enam, un joven subsahariano que vive en un centro de menores extranjeros no acompañados (“menas”). Esta noche Enam ha desaparecido, tras ser declarado mayor de edad. Llegan noticias de un suicido de un menor del centro y Enam no responde al teléfono. Edda y Carles no tienen más remedio que compartir la noche, mientras esperan que el asunto se aclare. El reencuentro destapa no sólo los temas pendientes como ex pareja, sino los miedos que se han instaurado en ellos como parte de la sociedad racista y xenófoba: el migrante como amenaza, los llamados “menas” como delincuentes. Con Enam desaparecido podremos ver el fenómeno migratorio desde la falta de solidaridad, la incapacidad institucional y personal de acoger a los niños solos migrantes y, en definitiva, la impunidad del Estado en materia de migración de niños, sumado al impulso egoísta de proteger únicamente a quienes vemos como “nuestros”. Detrás del discurso, como el oleaje del Mar Mediterráneo, hay una persona que sólo necesita ser escuchado.n noticias de un suicido de un menor del centro y Enam no responde al teléfono. Edda y Carles no tienen más remedio que compartir la noche, mientras esperan que el asunto se aclare. El reencuentro destapa no sólo los temas pendientes como ex pareja, sino los miedos que se han instaurado en ellos como parte de la sociedad racista y xenófoba: el migrante como amenaza, los llamados “menas” como delincuentes. Con Enam desaparecido podremos ver el fenómeno migratorio desde la falta de solidaridad, la incapacidad institucional y personal de acoger a los niños solos migrantes y, en definitiva, la impunidad del Estado en materia de migración de niños, sumado al impulso egoísta de proteger únicamente a quienes vemos como “nuestros”. Detrás del discurso, como el oleaje del Mar Mediterráneo, hay una persona que sólo necesita ser escuchado.