Ákri

Sinopsis

Ákri, primer espectáculo largo en solitario del artista de circo Manel Rosés, toma su nombre de una de las dos palabras griegas de las que proviene la palabra acrobacia. Ákri significa ‘límite’ o ‘umbral’ y, por lo tanto, acrobacia significaría, literalmente, algo así como “pasearse por el límite“ o “andar por el umbral“. Eso es lo que hace Manel Rosés, que explora los límites de su disciplina para reflexionar sobre el cambio y la transformación. Una escalera de veintidós peldaños, que es escenografía y aparato de circo a la vez, ocupa el centro del escenario. Es un elemento simbólico que, como instrumento de trabajo, alude a la profesión del artista de circo y, como espacio de paso, a la transformación o al cambio, al acto de ir de un lugar a otro. Una puerta complementa el concepto de umbral y crea en escena tres espacios: uno interior, uno exterior y otro limítrofe. En los tres se desarrolla un montaje con un componente físico y acrobático destacado que, sin embargo, también emplea el trabajo teatral y las técnicas de clown, además del texto y la palabra. La escenografía variable que permite la escalera, dividida en dos tramos, la iluminación y el sonido son elementos destacados en una pieza que hace hincapié en el viaje emocional que vive su protagonista.

Es la propuesta del barcelonés Manel Rosés Moretó, un acróbata formado en la Universidad de danza y circo de Estocolmo (DOCH) que basa su trabajo en el cuerpo y el juego y que en sus espectáculos toca cuestiones esencialmente humanas. Considera el circo como un arte con capacidad de llegar a públicos con todo tipo de orígenes, edades y clases sociales, y lo consigue en unos espectáculos sencillos y directos. Ha creado propuestas propias y ha trabajado con compañías como Les Ofèlies (Desdèmona, vista en el Grec), la Compañía de Circo “eia” (inTarsi) o el Cirque du Soleil (Escalada).