Adrián lleva muchos años viviendo con sus padres y por fin un día decide independizarse… A sus 28 años.
Compartirá piso con desconocidos, se enamorará y querrá crear su nidito de amor. Pero pronto se dará cuenta de que las cosas no son siempre como nos las explican… Y verá que en casa de sus padres no vivía, que los desconocidos son desconocidos por algo y que el nidito, más que un nidito, son cuatro ramas… Y caras.
Acompaña a Adrián en este camino de aprendizajes, dónde el cómico nos explicará, con mucho humor, los pros y contras de cada etapa.
SOLO Y SIN CASA, una comedia para gente que deja huella por donde pasa.