Broadway a Cappella

Els musicals tornen a estar en el punt de mira de la nostra cartellera. Cada cop més, els musicals lovers ja no només hem de sortir de la ciutat o no només hem de recórrer al format digital, per exemple, per poder gaudir de la multitud de propostes que ofereix el gènere i per poder explorar-lo. En aquest sentit, el coneixement de la multitud de musicals cada cop és més àmplia entre el nostre públic i no resulta estrany que fins i tot es coneixin les lletres de cançons de musicals que estan triomfant a Broadway i que encara ni tan sols han tingut l'oportunitat de sortir d'allà. Per això, espectacles com aquest tenen ara més sentit que mai i fan les delicies de la legió de fans del gènere que fins ara passaven més desapercebuts i, fins i tot, d'aquells que no ho són tant, els quals també el podran gaudir.

L'espectacle aposta tant per musicals que estan triomfant ara mateix a Broadway, com per exemple Dear Evan Hansen o Hamilton, com també per altres que ho van fer i ho fan des de fa dècades, com podrien ser West Side Story o Hair. Així, es fa un repàs al gènere de forma àmplia i permet arribar a un públic més heterogeni, ja que sempre hi haurà temes que tothom coneixerà. D'altra banda, l'execució de les cançons, completament a cappella, és molt satisfactòria, gràcies al talent dels joves en escena i d'una gran direcció que els fa sonar de forma completament harmònica, tant la part vocal com la instrumental, la qual també s'executa amb les veus. De fet, l'espectacle té una mirada moderna que no només hi és present en el seu elenc i en la seva execució, sinó que també hi és en una encertada posada en escena. Així doncs, se'ns ofereix una altra manera de gaudir dels musicals a través d'un espectacle ple de ritme i en el que l'espectador passarà una bona estona amb unes grans cançons brillantment executades. Sens dubte, si això és el futur immediat del musical a casa nostra, estem d'enhorabona.

Es arriesgado llevar los grandes musicales de Broadway a las producciones catalanas, siempre lo ha estado. Especialmente porqué el público a quién se dirige la escena teatral americana, y también la londinense, comparado con la catalana difiera bastante en estilo y tradición. La propuesta de Broadway a capella es, pues, a priori, una apuesta arriesgada pero inteligente al mismo tiempo. Combina algunos de los musicales más conocidos de la historia, con espectáculos más actuales que han tenido mucho eco, también en nuestra casa. Así, encontramos que un medley de The greatest showman da la bienvenida al público –película que triunfó en la taquilla con Hugh Jacksman como protagonista-, para después atrapar al espectador con musicales inolvidables: Grease, Funny Girl, Jesucristo Superstar, The Wizard of Oz o Hairspray. Evidentemente, no podían faltar ni Wicked, Hamilton o Dear Evan Hansen –dos musicales que han reventado las taquillas y se han llevado todos los premios habidos y por haber-.

El repertorio, que en conjunto funciona muy bien, se hace muy corto. Añadir algún tema más o algún musical más (¿Por qué no un Memory de Cats o algún tema de Rent, por ejemplo?) hubiera acabado de redondear un espectáculo que consigue emocionar al público, al mismo tiempo que le excita para palmear y mover el cuerpo al ritmo del beat box. Especialmente emotivo es el momento en que los cantantes abducen al espectador con su interpretación de Jesucristo Superstar. Imposible apartar la vida de su interpretación, de la intensidad y la verdad que transmiten en cada nota. Sin duda, el gran momento de todo el repertorio.

Acertados los temas que se han elegido, ya que hacen las delicias de los espectadores más grandes y también atrapa a los más jóvenes con los temas actuales.

La puesta en escena es sobria y, de hecho, no necesita nada más. Las voces de los protagonistas, sus interpretaciones cargadas de emoción y pasión traspasan a cada uno de los espectadores sin tener que añadir ningún artificio.

Sin querer desvelar nada más del espectáculo, decir que es una producción para ir a disfrutar y dejarse llevar por cada nota que gorjean los cantantes, por cada sentimiento y vivencia a la cual te transportan los diferentes temas que se nos presentan. ¡Viva el a capela y los musicales!

Es una producción de “El musical més petit” bajo la dirección artística de Daniel Anglès

Gerard Ibáñez, director musical de Broadway a Capella crea este nuevo proyecto con la coreografía de Zuhaitz San Buenaventura y los cantantes/bailarines especialmente escogidos para esta creación. A Ibáñez le debemos también los espectaculares arreglos vocales.

El espectáculo empieza con la introducción del beatboxer que hace participar al público con sus sonidos, ritmos y melodías. Es un buen comienzo para lo que nos espera. Sigue una sorprendente versión del mítico dúo de Grease “You’re the one that I want” acompañado de una pareja de bailarines, y digo sorprendente porque Ibáñez lo ha convertido en una balada deliciosa. Después se van presentando temas de forma aislada o en forma de Medley de los musicales más clásicos: “Los miserables”, West Side Story, Jesuchrist Superstar, Phantom of the Opera, The Sound of Music, Hair o Wicked, pero también de los más modernos como Dear Evan Hansen, musical contemporáneo que se está representando en Broadway (6 premios Tony) y que finaliza el espectáculo en forma de Medley. El diseño de luces y el sonido son inmejorables.

Al final, los 13 cantantes se mezclan con el público en una emotiva despedida.

Los entusiastas de los musicales encontraran en estas curiosas y sorprendentes versiones el resumen de las mejores obras musicales. Todos disfrutaran de un espectáculo bien hecho, bien representado, bien coreografiado y, sobretodo, excepcionalmente bien cantado.

Es un buen regalo para estas Navidades.

Decorado minimalista; vestuario austero. La coreografía quizá, sea la única licencia escénica para acompañar el indiscutible protagonista del espectáculo: la voz. Y es que el nombre ya se define por sí solo: Broadway a capella. A capella, sí, desde la interpretación de una base rítmica digna de metrónomo -aunque demasiado rapera, diría yo- hasta los coros que relevan las cuerdas o el piano. Abarcando de do a do, recorriendo octavas graves y agudas, una veintena de jóvenes -entre ellos la grandiosa Sara Pi- da vida al género del musical con una sesión memorable: El fantasma de la ópera, Jesucristo Superstar o Hair son solo algunos ejemplos. Eso sí, la paleta de canciones, si bien escogidas con gusto y entrelazadas con acierto, da como resultado un espectáculo claramente comercial. Aunque no por ello despreciable: los amantes de los musicales gozarán de los emblemas del género, y los jóvenes, a quien parece ir dirigida la obra, tendrán la oportunidad de descubrir las canciones ya catapultadas a clásicos. De hecho, y aunque se empeñen en negarlo, ¡hasta los melómanos de ceja alzada disfrutarán de este musical de musicales!

Una fusió de música a cappella i teatre musical amb arranjaments i direcció de Gerard Ibañez  en aquesta proposta on 13 veus interpreten 35 temes musicals amb coreografia de Zuhaitz San Buenaventura.

Sense cap instrument i jugant únicament amb les seves veus, a BROADWAY A CAPPELLA, els 13 joves artistes ens han ofert un magnífic concert teatralitzat, trepidant, ple d’energia i d’un entusiasme que s’ha encomanat a tota la platea. Hem de destacar també, que en aquesta nova formació, cap d'ells porta auriculars com en altres casos, on poden escoltar la música de les cançons per ajudar-se en la seva correcta interpretació. Aquí no hi ha trampa ni cartó.

Avui hem vist actuar 13 dels 15 seleccionats, ja que dos d’ells actuaran de cover.

Una acurada selecció de temes de diferents musicals com Els Miserables, El Fantasma de l’Òpera, Sonrisas y lágrimas, Grease, Hair, … amb uns mes que encertats arranjaments, on totes les veus han estat acompanyades de Beatboxing (produir sons de bateries, imitar sons com el vent o la pluja, només amb la utilització de la boca, el nas, la llengua, els llavis i la veu).

Daniel Anglès en la RdP, va comentar que s'ha volgut fer un gran esforç en editar un CD amb les cançons de l'espectacle, malgrat que totes les escollides són en anglès, perquè això és tan sols el naixement d'aquest grup i volen potenciar les gires inclús a escala internacional.

En resum: un gran espectacle on la música i el ball omplen l'escena.

Per poder veure la ressenya original, només cal clicar en aquest ENLLAÇ

 

Broadway a capella era una de las apuestas del Teatre Onyric para esta temporada. Desde un primer momento la idea del espectáculo resultaba atrayente, puesto que consistía en recuperar varias melodías de teatro musical -desde los clásicos a los éxitos más recientes- pero solo con la voz. Finalmente, la propuesta también ha servido para presentar en sociedad y de una forma más o menos oficial a trece jóvenes cantantes que ya forman parte de la nueva generación de actores de musical de Barcelona. Algunos de ellos ya los hemos visto recientemente o los veremos en breve en otras producciones, pero está claro que el formato del espectáculo es el de una carta de presentación en toda regla.

La idea de interpretar a capella diversas melodías muy conocidas funciona bastante bien y demuestra que detrás hay un trabajo cuidadoso y preciso, pero también es cierto que con algunos temas funciona mejor que en otros. El montaje empieza con un medley de The greatest showman, y durante los 75 minutos de duración también se pueden escuchar las recopilaciones de Les misérables o The sound of music. No falta el recordatorio de clásicos incombustibles como West Side Story o Funny Girl, y el recuerdo a Andrew Lloyd Weber con algunas canciones de The phantom of the opera y Jesus Christ Superstar. El concierto, sin embargo, no se olvida de musicales más contemporáneos, y en este caso las repescadas son Wicked, Dear Evan Hansen o Hamilton. Todos los temas, o casi todos, se interpretan con gran profesionalidad… a pesar de que el recurso del beatbox resulta a ratos un poco demasiado machacón. En definitiva, un espectáculo que pasa como un suspiro, que deja un buen regusto… pero que quizás necesitaría algo más de dramaturgia o producción para disfrazar el objetivo principal, que no es otro que el de presentarnos a un nuevo relevo generacional.