La edición de invierno de Parking Shakespeare recupera la obra de Büchner, actuando en por primera vez en una sala de teatro tradicional, en la Beckett.
PARKING ENJAULADO
Si un espectáculo funciona, ¿porque no volverlo a hacer? Se preguntaban tanto los de la compañía como Toni Casares, director de la Sala Beckett: así que pactaron reestrenar Woyzeck, un éxito en la edición de 2013 de Parking d’Hivern. La nueva sede de la Beckett en Poblenou sería el espacio ideal: una nave industrial que recordaba al desangelado polígono del complejo de Palo Alto donde estrenaron, pero la noticia de que, tras meses de espera, ya tienen la licencia para comenzar las obras este mes de octubre, los ha obligado a cambiar los planes. La Beckett les ha abierto su sede de Gracia, y la compañía de teatro al aire libre se ha visto obligada a actuar, por primera vez, dentro de un teatro.
Woyzeck abre una nueva temporada de la Sala Becket que Toni Casares estuvo tentado de dedicar completamente al compromiso social: varias obras tratarán el papel del individuo dentro de la comunidad, y la de Büchner «es una obra idónea para reflexionar», concluye.
UN WOYZECK A MEDIDA
Woyzeck es una obra que permite muchas adaptaciones, pues está inacabada debido a la muerte del autor, y esto les ha permitido hacerse un «traje a medida». Marc Rosich es el director del montaje, un rol que la compañía varía para cada espectáculo, y dándole su visión personal ha tratado de demostrar que «no es una obra tan oscura» de lo que se suele representar, «es más diáfana y cercana «. El dramaturgo y traductor explica que «tenía una conexión fuerte» con este texto difícil, lo entendía, y la ha mezclado con otros fragmentos de obras del mismo Büchner. Rosich conoce bien el autor, después de haber trabajado en varias ocasiones con sus textos–como, por ejemplo, Leonce un Lena, que versionó colaborando con Calixto Bieito–, y los ha utilizado para completar el entramado de escenas. Como curiosidad, también ha añadido fragmentos de cartas que escribió Büchner, o informes médicos que emitió su padre, y que han resultado idóneos para dar voz al personaje del doctor, en la obra.
«Yo por la mañana también me siento angustiado por miles de mails, y una gota malaya que al final me chasquea», comenta, Rosich, en relación a la situación que vive el protagonista. La obra narra el proceso de deshumanización que sufre un soldado, bajo las presiones de los personajes de su entorno; a diferencia de ellos, Woyzeck no tiene recursos para digerir lo que le pasa, y lo va acumulando. El actor Carles Gilabert, que encarna al protagonista, explica que el texto lo ha guiado muy bien a través de estas emociones: «Desde el inicio ya tiene un punto de locura, ve visiones.» Es una obra adelantada por su tiempo, que trata el tema de las enfermedades mentales desde una óptica humana, así como la lucha de clases.
EL ESTILO PARKING
Esta versión, explica el actor Santi Monreal, ha querido «mantener el espíritu» de la compañía, más relajada a los inviernos en cuanto a sus premisas (como la de hacer obras con público en 360 grados), pero respetando la pobreza conceptual en cuanto a escenografía e iluminación. Las músicas, por ejemplo, las tiran los actores desde el escenario.
Rosich lo considera «un gran musical», pues en todas las escenas hay canciones, canciones que guardan relación con el folclore alemán y que han querido musicar con canciones de cuna, que el director considera «con un punto terrorífico» . Woyzeck no suele a tener un componente de humor, pero Rosich y Parking Shakespeare le han dado un toque: tratan temas muy duros, pero lo hacen de una manera distendida: «se canta y se baila», bromean.
Texto: Neus Riba