El Teatre Lliure programa del 4 de diciembre al 18 de enero Ai! La misèria ens farà feliços, la nueva creación del dramaturgo y director uruguayo Gabriel Calderón, uno de los nombres más relevantes de la dramaturgia contemporánea. Coproducida con Temporada Alta, la pieza llega a Barcelona con un reparto formado por Pere Arquillué, Laura Conejero, Daniela Brown i Joan Carreras, que repite experiencia con Calderón tras el exitoso monólogo Història d’un senglar (o alguna cosa de Ricard).

La IA llega al teatro
Ai! La misèria ens farà feliços se adentra en una distopía cercana en la que la inteligencia artificial ha sustituido todos los oficios teatrales, y donde solo queda un espacio residual para los actores humanos: el sótano, convertido en un refugio laboral donde cuatro intérpretes veteranos se ocupan de mantener en funcionamiento las máquinas que han ocupado su lugar. En este contexto, el teatro sigue existiendo, pero sin actores, sin riesgo y sin las imperfecciones que lo hacían vivo. Es en este vacío donde la obra articula una sátira sobre el deseo de perfección, la necesidad de ser útil y el miedo a quedar obsoletos en un mundo gobernado por la tecnología.
La idea de la suplantación, explica Calderón, fue el motor inicial del proyecto: “La primera idea que apareció fue la de los robots y la inteligencia artificial. Y, sobre todo, la posibilidad de que alguien pueda suplantarnos y mejorarnos”. El autor la vincula directamente con el oficio del intérprete, acostumbrado a ocupar otras identidades mediante el gesto y la palabra, y que, en la ficción, ve cómo ese privilegio —y esa amenaza— recae ahora en las máquinas. “Fantasear con la idea de que alguien suplante a los suplantadores –que son los actores– es, para mí, la semilla inicial de todo esto”, afirma.

La obra juega, además, con el repertorio clásico. Mientras los robots interpretan La vida es sueño en el escenario, los humanos, encerrados en el sótano, improvisan fragmentos de El gran teatro del mundo para evocar un tiempo que ya no existe. Calderón describe esta operación como un ejercicio de escritura irreverente: “De Calderón de la Barca solo queda un verso intacto; todos los demás han sido toqueteados o arruinados por mí”. Así, el texto se convierte en un diálogo entre dos Calderón: el del Siglo de Oro y el del siglo XXI, atravesados por preguntas similares pero respuestas distintas.
Ai! La misèria ens farà feliços tiene una duración de dos horas y ocupará el Teatre Lliure de Gràcia hasta el 18 de enero. Una distopía teatral que, lejos de la tecnofobia, interroga qué queda del gesto, del cuerpo y de la palabra cuando los humanos se convierten en engranajes prescindibles de una maquinaria eficiente. Una comedia oscura que imagina un teatro sin actores para hablar, inevitablemente, de la necesidad de seguir siendo humanos.
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