Invierno: encontrar el calor en el talento autóctono en el Mercat de les Flors
Con dosis de brujería tradicional y contemporánea, en Supermedium, Núria Guiu y la coreógrafa noruega Ingri Fiskal, nos invitan a un viaje de transmisiones fantasmagóricas. Es un espectáculo oscuro, introspectivo, pero a la vez cálido y luminoso, en el que se desgranan la fisicalidad y feminidad de las diez bailarinas. Una oda en la hermandad.
Artesanos de la acrobacia más exquisita, Roser Tutusaus y Tom Weksler son bailarines y creadores con un bagaje muy versátil. En 2018 fundaron Wonderground Arts del Moviment y ahora nos proponen Momentum, un espectáculo de danza acrobática que indaga en la poesía que hay en acciones como girar, caer, escalar ¡e incluso volar!
Søren Evinson presentará una trilogía sobre el poder con su particular tono provocativo. A caballo de la performance, el teatro y la danza, en Just Desire, A Nation is Born in Me i Vanity Poverty Revenge nos confronta con preguntas incómodas a través de unos solos que nos mantendrán en la punta de la silla.
Primavera: metropolitana, de raíz y sísmica
La primavera es sinónimo de dos festivales: Dansa Metropolitana, en marzo, y el Sismògraf de Olot, en abril. Por el momento sabemos poco sobre la programación, pero los grandes teatros ya han anunciado algunos nombres. El Teatre Nacional ha apostado por una nueva creación o, mejor, habitación, con Hotel – colectivo escénico y el dramaturgo, actor y director Jordi Oriol. Tanto por la calidad de este grupo de bailarines-creadores, como por el ingenio y la destreza escénica de Oriol, Suite nº4. Do not disturb es una de las citas más destacadas. Y en el Mercat de les Flors, entre otros espectáculos, se podrá ver Monument de Ángel Duran, el espectáculo de talla única —es decir, para familias, amigos, parejas y lobos solitarios—, Skatepark de la coreógrafa danesa Mette Ingvartsen y Natural Order of Things de Guy Nader y Maria Campos.
En abril, el Mercat de les Flors también nos propone el ciclo Radicals de raíz, en el que los artistas beben de lenguajes como el flamenco o danzas tradicionales para explorar su riqueza coreográfica. Desde la sencillez elegante de Laia Santanach, que presenta a Jarana, a la picaresca irresistible y refrescante de La Chachi, que presenta a Alegrías Aleatorias acompañada en el escenario de una gran cómplice, la cantaora Lola Dolores, y el otro tándem radical con acento punk, Víctor y Raúl Pérez Armero, que nos sacudirán con Rel i Grapa.
Verano: una cita sueca en el Liceu
De nuevo podremos ver un espectáculo del sueco Alexander Ekman en el Gran Teatre del Liceu. Con más de 50 espectáculos en su repertorio, este coreógrafo nos invita a menudo a la reflexión a través de una puesta en escena lúdica con una escenografía de una extravagancia austera. Esta temporada la compañía de danza de la Ópera de Gotemburgo nos brinda Hammer, un espectáculo que presenta dos escenarios: una comunidad hippie que parece flotar en un altruismo alegre en el primero, y un grupo de individuos absortos en sus propias burbujas en el segundo. Ekman despliega en movimiento escenas reales y surrealistas mientras entrelaza de forma magistral coreografías grupales, solos, tríos o dúos. Es sin duda una de las propuestas más golosas de la temporada.
