Toni Moog estrena esta temporada su 8º espectáculo en el Club Capitol. Acumula ya 300.000 espectadores y 1.000 funciones. El nuevo espectáculo, HollyMoog repasa los tópicos del cine con su particular humor sin filtros.
«Ya no se puede hacer broma de nada. Dices algo y te atacan en tromba para Twitter. Hay muchos humoristas que ya no se mojan «, dice antes de comenzar la presentación del nuevo espectáculo. Él, dice, mantiene su sello: «humor intuitivo, nada políticamente correcto, apolítico y que dice todo lo que piensa y como lo piensa».
Ahora este humor lo pone al servicio de un espectáculo «transgresor» dedicado al mundo del cine. No es sin embargo, un homenaje, sino más bien «un ultraje sin perdón», dice, «estilo Tarantino». Así, tras la trilogía dedicada al sexo (Singles, Facemoog y Follamigas), ahora llega la precuela, allí donde según Moogles comenzó todo. Así pues atacará sin remordimiento los géneros cinematográficos y los actores. «No trata tanto sobre películas en concreto, como desmontar el género romántico, de acción o animación. Eso sí, no he podido estar de reírme de E l diario de Noa o La la land «. Y es que ya avisa que la última gran película romántica premiada por los Oscar no le gustó lo más mínimo: «el tío es idiota, lo curra un montón porque la tía persiga sus sueños y luego lo deja como un gilipollas «.
Pero no podía desmontar las películas de Hollywood sin poner la mirada en la factoría Disney. «Es un creador de psicópatas: a Bambi en el minuto 10 la madre ya está muerta, y en El rey León al 12. Por no hablar de la Bella Durmiente, una tía que se pincha …».
En algún momento del espectáculo, «para romper el ritmo y darle dinamismo», aparecerá otro cómic: Micki McPhantom. El humorista argentino destacó «el humor irreverente» de Moog y aprovechó para criticar la poca consideración que recibe la comedia. «En Estados Unidos la respetan tanto como el teatro clásico y se pueden ganar millones».
El cómic del Raval – «soy chava, chava, con padres, abuelos y bisabuelos del Barrio Chino», dice- se ha sumado y ha criticado también que los monólogos no estén aceptados en el teatro. «No he tenido nunca una crítica profesional, sólo las que dejan a los espectadores a plataformas de venta de entradas, pero me da igual. Para mí la mejor crítica es tener el teatro lleno cada día «.
