Lluís Pasqual y Nuria Espert vuelven a reunirse en un nuevo proyecto teatral: Romancero gitano, basado en textos de Federico García Lorca, que podrá verse en el Teatre Romea a partir de enero.
Es esta la cuarta vez que el autor granadino reúne a dos de las figuras más vitales y necesarias del teatro mundial. Tras Haciendo Lorca, aquella maravilla que reunió a la Espert con Alfredo Alcón, vino La raíz oscura un recital apabullante y hace relativamente pocos años, La casa de Bernarda Alba. Cada uno por su lado han ido tejiendo sus vidas con la de Federico -“en esta casa le llamamos Federico”- con resultados siempre excelsos. El nivel de comprensión de Núria Espert de la forma de escribir de Federico ha marcado su vida entera y su forma de decir. Las palabras salen de su boca al ritmo que interiormente le va marcando Lorca, aunque lo que esté haciendo sea Lear.
Núria Espert recibió en noviembre de 2018 en San Petersburgo el premio especial del Premio Europa de Teatro, uno de los más importantes galardones teatrales imaginables. Para “amenizar” el momento de la entrega del premio, Nuria pensó en recitar a Federico y obviamente el primer nombre que se le vino a la cabeza fue el del “hombre que mejor conoce a Lorca”. Ahí nació esta pieza de cámara que poco a poco ha ido creciendo hasta ser lo que veremos el próximo día 17 de octubre.
Ninguno de los dos quiere hablar de “espectáculo”, les parece un término demasiado grande para el empeño de su trabajo. Se refieren a él más como un trabajo íntimo, con poca escenografía, poco elemento escénico y basado principalmente en el poder de la voz de Nuria y de las palabras de Federico.
Nuria llamó a Lluís. Pasqual, afortunadamente para todos, estaba “libre como un taxi” y únicamente puso como condición poder contar con las luces de Pascal Mérat y con el espacio sonoro de Roc Mateu. Los astros se aliaron y ambos tenían libre justo las fechas necesarias para poder embarcarse. Así nació el milagro. El resto, como siempre, trabajo, trabajo y trabajo.
El trabajo que veremos muy pronto está basado en una conferencia del propio Lorca en la que hablaba sobre su Romancero gitano, así que casi todo el texto serán palabras del propio Federico, salpicado, eso sí, por “chispitas” que contarán la relación que a lo largo de su vida ha tenido la propia Espert con Lorca. Pasqual quería saber de Lorca a través de Nuria, quizá la única dimensión que le quede al de Reus por desgranar. Rematarán el montaje dos “añadidos” también lorquianos, El soneto de la dulce queja, un canto de amor desgarrador y desesperado y el Grito a Roma, un alarido contra la injusticia y la Iglesia. Ambos, director y actriz, han elegido estos poemas porque son como obras de teatro, algunas incluso con varios personajes hablando a la vez, como en el famoso Romance sonámbulo.
Poco más, Federico, Lluís, Nuria, su voz y las palabras de Lorca. El reencuentro entre los tres amantes promete elevar la emoción de esta temporada con un trabajo de altísimo voltaje.
Texto David García / Iván F. Mula