La compañía catalana Ça Marche presenta a partir del 10 de febrero el espectáculo Los figurantes, una propuesta escénica que se acerca a la infancia a partir de sus propios protagonistas, niños y niñas de 4 y 5 años, y que va dirigida a un público adulto. Un montaje basado en la improvisación, que podrá verse en Gràcia en cuatro únicas funciones.
Nico Jongen es el director de esta pieza que intenta «atrapar la imagen huidiza de la infancia» y que pone en cuestión determinadas maneras de mirar y pensar que imponemos por defecto sobre la condición de la niñez, por ejemplo, su pureza naïf.
Para ello, la compañía construye el marco visual y la dramaturgia del montaje y propone objetos, músicas, imágenes, con los que los niños y niñas interactuarán, o no, mientras juegan en el escenario con radical libertad. «El objetivo no es manipular el juego del niño, sino mantener viva su autenticidad y sacudir el ojo del adulto que mira», explica el director. Un ojo que, además, se encuentra «espiando» a través de un tul y desde la sombra el comportamiento de los niños, como si de un terrario se tratara.
Para encontrar a los protagonistas de Los figurantes, Ça Marche ha desarrollado un trabajo sencillo con niños mediante talleres. Durante tres días, han propuesto juegos y actividades a los participantes para elegir el perfil adecuado al montaje: niños y niñas con imaginación, independencia, capaces de abstraerse solos en un espacio controlado, pero lejos de sus familiares. «Cada función es distinta y depende de los intérpretes», puntualiza Jongen.
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