Un límite es un punto donde se acaba un territorio o una capacidad, pero a veces -quién establece dónde se sitúa ese límite- puede tener un criterio equivocado o limitado. Cuando Quim Llisorgas nació, un médico creyó que no podría andar, ni hablar. Afortunadamente, se equivocó ya los 5 años, después de un trabajo persistente con fisioterapeutas y logopedas, caminaba y hablaba.
Quim tiene el diagnóstico de un posible síndrome de Joubert, un trastorno genético que afecta al cerebelo y le provoca dificultades musculares, de visón y de habla. Le dijeron, en más de una ocasión, que no podría cumplir su sueño: ser un actor profesional. Su perseverancia ha hecho que quien hizo ese vaticinio, también se equivocara. Ha estudiado teatro en la escuela Eòlia, en la clase de Teatro sin límites y esta es la tercera temporada que interpreta el papel de Héctor en la serie Como si fuera ayer de TV3, un personaje muy querido, complejo y con entidad propia . Ahora, Quim estrena un espectáculo teatral sobre su vida.
Estudió en un instituto concertado de Mataró, donde se topó con otro límite inesperado: aunque tuvo buenas notas hasta el 4º de la ESO, no le dieron el título. Quim y su familia dicen que no fue hasta el último trimestre de 4º cuando les dijeron que no tendría opción al título de la ESO. Se sienten engañados y han demandado tanto al Instituto como a la Administración para reclamar que se reconozca su expediente académico y su esfuerzo con una titulación. Un periplo judicial iniciado lleva 9 años pendiente de fecha de juicio. Quim dice que «si quieres trabajar en un supermercado te piden la titulación, en esta profesión no he necesitado el título de ESO, pero quiero ayudar a otros chicos y chicas que están en la misma situación que yo, para que lo tengan más fácil» .
Ante este nuevo límite Quim ha decidido no resignarse y hacer un espectáculo teatral para denunciar lo que considera una discriminación y para explicar cómo ha sido su vida: «antes de la pandemia estaba desanimado y Ester me animó a realizar un espectáculo». Ester Nadal es directora de teatro y profesora en Eòlia se conocen desde hace 7 años: «conocer a Quim me ha cambiado la vida, desde que trato con él he recuperado valores, eso que hacemos es lo importante».
«Las dificultades me han servido para hacer un espectáculo para ayudar a los demás»
Quim no quiere que el espectáculo sea un ajuste de cuentas y también huye del victimismo «yo quiero hacer la mía, siento impotencia, pero estas dificultades me han servido para hacer un espectáculo para ayudar a los demás».
Quiere que en la obra haya humor porque cree que es absolutamente necesario en la vida. A menudo, vive episodios que podrían ser incómodos pero que acaba reconduciendo, como el caso de un camarero con buena intención, pero muy desacertado, que lo trataba como un niño pequeño, dándole una piruleta a la salida del restaurante. Antes estas situaciones le incomodaban pero ahora pasa al contragolpe y responde con una ironía desarmante «si me tratan como un niño pequeño, les sigo el juego y me divierto». También tiene claro que no quiere renunciar a ser él mismo por miedo a lo que dirán «yo no sé cantar, pero a veces cuando estoy en el tren canto y bailo porque me aburro, antes notaba que me miraban de una manera extraña, ahora paso de todo, pueden mirarme si quieren, yo disfruto de la vida». Cree que la discapacidad más extendida en la sociedad es «no saber ponerse en la situación de los demás; hay personas diversas, yo no tengo equilibrio, otro lleva gafas, todo el mundo tenemos lo nuestro, habría que dar clases de empatía».
Cómo afrontar la vida
Con la directora del espectáculo, Ester Nadal, tienen una relación larga y cómplice, Quim dice: «cuando ella no se acuerda de algo, allí estoy yo y cuando yo no me acuerdo de algo o me dejo el móvil, ella es la encargada de hacérmelo saber», por eso el título socarrón del espectáculo Entre tu i jo no en fem un. Una obra de teatro documental donde, principalmente, Quim interpretará un monólogo sobre su vida y Ester le acompañará encarnando a personajes como su madre o alguna profesora Ester quiere que el espectáculo vaya más allá de un caso concreto. «La idea del espectáculo es que todos tenemos límites, dificultades y tenemos que decidir si nos resignamos o si queremos saltarlos. Como mujer de 53 años tengo límites que quiero saltar. Él ha sido valiente para superar sus límites pero muchas personas no se atreven, él lo ha hecho gracias a su perseverancia o podríamos llamar terquedad» . Quim, sonriendo, apunta que «los tozudos y tozudas llegan hasta dónde quieren llegar». Ester, acostumbrada a tratar con gente joven como profesora de teatro destaca la madurez de Quim: «He trabajado con personas de su edad con mucha menos madurez que él».
No fue un niño sobreprotegido, desde siempre, la familia de Quim ha propiciado que sea autónomo: «Mi madre ha procurado que camine y luche solo y que me joda hostias solo. Desde pequeño he recibido hostias y creo que ahora sé ir por la vida; me va a costar más o menos, pero me he hecho fuerte y sé cómo afrontar la vida».
«Para mí el éxito es hacer aquellas cosas que de un principio no sabía que podía hacer»
«Para mí el éxito no es tanto llegar a donde quieras llegar, que también, sino que para mí el éxito es hacer esas cosas que de un principio no sabía que podía hacer», explica el actor. Quim contagia alegría y pasión por el oficio y cuanto más brilla es cuando habla de lo que más le fascina: actuar en el teatro. Su espectáculo, quiere ser una reivindicación y un retrato de vida, pero también un espejo que nos haga plantear qué actitud adoptamos ante los límites que nos encontramos.
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