Pepa Plana juega en la guerra en su nuevo espectáculo 'Si tu te vas'

Marcel Barrera Cabezas

Los payasos suelen ser el espejo de las debilidades humanas, antihéroes que expresan a través de su comicidad las imperfecciones y los obstáculos que nos podemos encontrar, cada uno de nosotros, en la vida cotidiana. Y si, por más inri, estas imperfecciones ocurren en el contexto de la mayor impudicia humana, una guerra, pues ya tenemos servido el hilo del espectáculo Si tu te’n vas. Durante dos semanas (hasta el 30 de enero), la nueva creación de Cia. Pepa Plana se puede ver en el corazón del barrio del Born, en el nuevo Centre de les Arts Lliures de la Fundació Brossa, el antiguo Espai Brossa de Barcelona.

Nan Valentí, Pepa Plana y Lola González protagonizan ‘Si tu te vas’

«Se trata de una historia que parte de lo cotidiano -explica la payasa vallense Pepa Plana-. Son pequeñas peleas que ocurren cuando viene la eterna guerra». El espectáculo cuenta con escenografía de Xavier Erra, que ya había trabajado con Plana en Veus que no Veus. En la escena, un trío de artistas que siguen la estructura clásica de los payasos de pista, aunque no visten con las tradicionales lentejuelas ni harapos sino que llevan un original vestuario firmado por Nídia Tusal.

Pepa Plana hace de augusta, Nan Valentí de carablanca y Lola González de contraaugusta. Las tres payasas son vecinas de una escalera que, cuando estalla una guerra, se verán obligadas a huir de su casa. El espectáculo, según Plana, es como una inspiración de lo que ocurre dentro de este bloque cuando llega la guerra. «Como personas humanas -dice Plana- somos imperfectos y seguimos peleando. El espectáculo es un juego sobre el que haríamos si estuviéramos en guerra». «¿Jugamos en la guerra?», propone la payasa a los espectadores.

Pandemia y más obstáculos

Plana profundiza en el leitmotiv del espectáculo: «Parte de lo que hemos tenido que vivir desde las ventanas de casa en este momento pandémico», comenta: «No sé si habríamos pensado en este argumento si no hubiésemos tenido que estar cerradas en casa».

La artista es honesta y avisa: el espectáculo llega a Barcelona todavía tierno, ya que en espectáculos como éste «se necesita escuchar el tempo del gag con público en las gradas». «Si no existe el regreso del público, por mucho que ensayemos las butacas vacías no ríen», y añade: «Este como venimos a escuchar mucho al público».

El espectáculo ya ha puesto en marcha, pero los preparativos han sido un calvario para la compañía. El estreno se ha tenido que anular año dos veces en el último año. El pasado invierno en las fiestas de las Decennals de Valls y después, en verano, en el festival Grec de Barcelona. Además, el primer bolo, el pasado mes de octubre, tampoco fue fácil. Pocos días antes de subir al escenario fue baja Navidad Olivé, la actriz con la que Pepa Plana ha presentado desde el 2018 su excelente Veus que no Veus.

Se incorporan Nan Valentí y Lola González

A Olivé la sustituye Nan Valentí, el actor de Igualada que ya había hecho incursiones en el lenguaje del payaso con el añorado Joan Montanyès ‘Monti’ y con la propia Pepa Plana. Los tres hicieron Èxode, un espectáculo sobre la Guerra Civil Española muy efímero -se hicieron muy pocas funciones- presentado hace justo 10 años e interrumpido por la sonada marcha de Pepa Plana en el Cirque du Soleil con el espectáculo Amaluna.

«Ante las dificultades que me encontraba no quería volver a hacer Èxode, pero tenía muchas ganas de volver a trabajar con el Enano y codirigir con él el espectáculo», explica Plana: «Después, el azar ha llevado a que él haga de Señora Valenti. No nos cuestionamos si es un hombre o una mujer y nos abre otra puerta. Es un regalo de la casualidad».

Una década después, pues, Plana y Valentí se reencuentran y, aparte de dirigir juntos la nueva creación, recuperan de Èxode la entrada de La Instrucción, una parodia miliar que introdujo Pipo Sosman, un carablanca muy conocido en Francia. Nan Valentí explica algunos cambios respecto a la primera versión: «Con en Monti íbamos con armas de madera, ahora partimos de un poema de Maria Mercè Marçal que nos da pie a jugar con elementos caseros como unas escobas o un colador que hace de casco». Además, si hace 10 años se presentó en masculino, ahora se ha feminizado y los soldados son mujeres.

En clave femenina

La revisión de las entradas de payasos en clave femenina es el camino que ha iniciado Pepa Plana desde hace años. Ya lo hizo con Dona‘m la Mel y Carrega i Descarrega, y ahora refuerza esta apuesta. El espectáculo incluye, aparte de un gag militar que podría recordar aquellas Historias de la Puta Mili de Ivá, dos entradas más: la entrada de los pies, un vodevil muy popular en los circos del siglo pasado, en la que se les aparece un fantasma antes de acostarse; y también la Sopa de guisantes, una entrada fechada en 1945, en plena posguerra, que escribió Tristán Rémy y que hace pocos años se tradujo al catalán y publicó por la editorial Cossetània en el libro Entrades Clownesques. Ahora, en esta nueva versión los guisantes se han convertido en una comida más nuestra: el fricandó.

 

También hay un número de magia que ha contado con el asesoramiento del Mag Lari. Otra de las grandes novedades es la participación de Lola González, que con la compañía Lola Corina fue una de las protagonistas de un espectáculo de gran éxito: Las Gallegas. El artista explica cómo se ha sentido en esta nueva aventura: «Al principio me daba un poco de miedo y no sabía dónde ubicarme. Nunca había hecho de contraaugusta, pero lo cierto es que me lo han puesto muy fácil. Bajo un poco mi carácter fuerte de siempre y la autoridad ya no la tengo yo. Me he dado cuenta de que incluso es más fácil no tener la autoridad; es más divertido y tienes mucha más libertad».

Y Plana no olvida cómo tendrá que estar el público en el teatro. «En estos momentos, todo el público lleva mascarilla y eso es una mierda. Las risas son muy apagadas, a veces pienso si me quieren o no me quieren. No noto las risas fuertes de antes de la pandemia, pero noto que en el público hay muchas ganas de querernos. Lo noto, o quiero notarlo. Aquí estamos». Y como dice Pepa, ahí están, aguantando todo y más. Hasta el 30 de enero. Y está claro que le amamos.

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Escrito por
Marcel Barrera Cabezas

Periodista especializado en educación. Entre 1997 y 2009 fue redactor del diario El Punt, y entre 2009 y 20011 fue jefe de prensa del Comisionado para Universidades e Investigación de la Generalitat de Catalunya. Actualmente es redactor jefe de la revista de circo Zirkólika. Ha colaborado en las revistas El Temps y Artez y es autor del libro ‘Animal de circ. Retrato de Roscón Poltrona’ (Dau, 2007).

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