El dramaturgo y director Pau Miró estrena esta semana su nueva obra Una història real en La Villarroel. Según ha explicado en rueda de prensa, se trata de una propuesta con la que ha querido reflejar el ascenso de la extrema derecha en la sociedad y su idea de que «el discurso de las izquierdas está lleno de contradicciones». Miró ha presentado la obra junto a los intérpretes que la protagonizan: Julio Manrique, Laura Conejero, Mireia Aixalà y Nil Cardonder.
La obra trata el conflicto que viven un escritor y su hijo cuando, tras la muerte de la madre, el hombre decide publicar una novela que habla del fallecimiento de su mujer y el joven, indignado, se rebela contra su padre y encuentra refugio en la extrema derecha. Laura Conejero ha explicado que en la obra «podemos ver que las contradicciones están en todas partes y que los hijos, que son esponjas preparadas para absorber información, detectan las incoherencias entre las ideas que defienden sus padres y las prácticas que realmente tienen».
La actriz, además, ha puesto el acento en el tema de los distintos grados de empatía que tienen las personas y ha explicado que somos «seres tricerebrados: en la base tenemos la parte reptiliana, la más territorial y básica, después tenemos una segunda capa mamífera, la que es capaz de empatizar, y, finalmente, una tercera capa de neocórtex y racionalidad que nos permite reflexionar».
El director ha subrayado que la obra «se titula Una historia real porque está basada en hechos reales, pero está tan desfigurada que es irreconocible», y que aunque conozca al adolescente en el que se basa el texto, no hace un retrato de este joven, aunque se haya podido inspirar en él. Miró, por otro lado, ha querido poner el acento en la dificultad que supone estrenar una obra en un contexto social tan convulso como el que se vive actualmente en Barcelona, pero ha recalcado que aún así «es necesario venir aquí y seguir haciendo teatro».
En torno a este tema, Laura Conejero ha apuntado que siempre «está pasando alguna cosa ahí fuera. Ahora está pasando un poco más cerca, pero siempre está ocurriendo algo y un poco más lejos de nuestra ciudad lo que está pasando es tan o más importante que lo que está sucediendo aquí ahora».
Julio Manrique ha remarcado que para él «una parte muy importante de la obra tiene que ver con lo que no se dice y todo lo que los personajes se callan, sobre la incapacidad, una vez más, de ponerse en la piel de los demás».