El mejor Verdi vuelve al Liceu

Redacció

El Gran Teatre del Liceu acoge el debut mundial de Javier Camarena y Antonino Siragusa en el rol del duque de Mantua, acompañados de Carlos Álvarez, Ángel Òdena -que también debuta el rol de Rigoletto- y Leo Nucci. Un Rigoletto de lujo. Nos lo explica Jordi Vilaró.

Oh, «Le Roi s’amuse» è Il più grande sogetto y forse Il più grande dramma dei tempi moderni. Tribolet è creazione Degni di Shakespeare!!

[Carta de Giuseppe Verdi a Francesco Maria Piave]

Rigoletto es una ópera basada en la obra de teatro Le roi s’amuse, de Victor Hugo, y forma parte de la llamada Trilogía popolare de Giuseppe VerdiRigoletto, La Traviata e Il trovatore -, es decir, las tres óperas verdianas que gozaron de gran popularidad entre el público operístico de la época (y podríamos decir que de todos los tiempos) y que a la vez se caracterizan por tener protagonistas de un sustrato social popular: un bufón jorobado a Rigoletto, una cortesana en el caso de La traviata y una gitana y su hijo trovador en el caso de Il trovatore. Estas tres óperas marcan el período de consolidación y madurez musical de un Verdi que deja atrás el primer romanticismo de tipo patriótico (el de los libretos simples pero efectivos de Temistocle Solera) para abrazar un romanticismo más profundo y elaborado de la mano del libretista y dramaturgo Francesco Maria Piave.

Como era habitual en los dramas de Victor Hugo, el despojado, el desarraigado, el oprimido, se convierte en el protagonista que debe luchar contra la corrupción moral de quienes ostentan el poder. Treboulet -nombre original de Rigoletto en la obra de Hugo- es cínico y cruel, pero su maldad proviene de las burlas al que le someten los poderosos que lo rodean (los cortesanos). Rigoletto, sin embargo, oculta unos sentimientos puros que sólo proyecta en el amor que siente por su hija Gilda, que él esconde a ojos de todos por temor a que caiga en manos del libidinoso duque de Mantua (cosa que al final, obviamente, termina sucediendo). Un amor padre-hija, por otra parte, muy habitual en las óperas verdianas, como encontramos, por ejemplo, en Nabucco,Luisa Miller, Simon Boccanegra o Giovanna d’Arco, entre otros. Verdi y Piave profundizan el psicologismo del personaje principal del drama, el cual resulta atractivo para el público justamente porque es capaz de mostrar lo mejor y lo peor del ser humano, porque muestra sin tapujos el contraste entre lo grotesco y lo sublime, salvo bien propio, por otra parte, de la teoría dramática de Victor Hugo.

Desde el punto de vista musical, Rigoletto es una de las óperas más espectaculares en cuanto a variedad y belleza. Soprano, tenor, barítono y bajo tienen momentos inolvidables. Un breve pero intenso preludio que proyecta la tormenta emocional que ocurrirá -y que recuerda el futuro inicio tormentoso de Otello – abre la ópera y da paso a toda una serie de arias y canciones, buena parte de las cuales forman parte del canon operístico clásico: Questa o quella, Ella mí fu rapita, Caro nome,Cortigiani, vil razza dannata, la donna è mobilela ópera, además, contiene varios dúos sublimes y probablemente el cuarteto más emocionante de la historia del género : Bella figlia dell’amore. En definitiva, enamoramientos furtivos, hijas ocultas, secuestros, y una música fabulosa forman un combinado romántico que sin duda convierte Rigoletto en una de las óperas más atractivas del repertorio.

En el Gran Teatro del Liceo, Rigoletto se ha representado hasta 362 veces y ahora llega una nueva versión coproducida por el mismo Liceu y el Teatro Real de Madrid. Con un montaje minimalista, la holandesa Monique Wagemakers deslocaliza y intemporalitza la acción dramática; la dirección musical correrá a cargo de Ricardo frizz, gran rossiniano y hábil belcantista, que bien recientemente hemos visto en acción en el Liceu, concretamente la temporada pasada en la que dirigió I Capuletti e Montecchi, de Vincenzo Bellini.

En cuanto al apartado vocal, debuta en el rol del duque de Mantua Javier Camarena, el mejor tenor ligero del momento -compartiendo podio con Juan Diego Flórez-, una cuerda lírica suave, la del duque de Mantua, que pone a prueba el grueso de voz de los buenos tenores ligeros; un reto para Camarena y sin duda uno de los grandes alicientes de este montaje. A su lado, el inmenso Carlos Álvarez en un papel que le sienta como anillo al dedo, no sólo vocalmente, sino dramáticamente, ya que el barítono andaluz, además de un enorme cantante, es un gran actor que seguramente ofrecerá un Rigoletto formidable. La italiana Désirée Cantatore -extraordinària en los aguts- hará de Gilda y el buen bajo croata Ante Jerkunica, de Sparafucile. En el segundo repertorio destacan el debut en el rol de Rigoletto del sólido y siempre eficiente Àngel Òdena y la fantástica voz de María José Moreno como Gilda, una magnífica soprano ligera que podía haber formado parte del primer repertorio sin ningún problema. Como guinda del pastel, el sábado 25, y en una única función, el gran Leo Nucci interpretará su histórico Rigoletto, quizás ya por última vez, ya que el legendario barítono boloñés está a punto de cumplir 75 años! Se vislumbra, pues, alguno más que probable bis en esta función.

En definitiva, una de las mejores óperas de Verdi en un montaje que a priori presenta atractivos muy diversos.

Texto: Jordi Vilaró

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