Tras su estreno en el Grec 2022, con breve estancia en el Teatro Akademia, Isadora a l’armari vuelve a la cartelera de la Sala Atrium en una temporada, de 4 semanas del 14 de septiembre hasta el 9 de octubre.
La obra de la Companyia La Incògnita, con dramaturgia y dirección de Marc Rosich, es un retrato cómico, a la vez que tierno y desolador, sobre unos personajes confinados marcados por la necesidad de escapar del mundo en el que viven. Isadora en el armario se centra en la historia de un sastre (Oriol Guinart) que convive con un hermano autoritario que sólo le permite realizar su actividad preferida cuando no le ve nadie: hacer crossdressing (o lo que es lo mismo, expresar con el género contrario asignado, sin que deba estar relacionado necesariamente con la propia identidad u orientación sexual).
La única persona que se relaciona con él es un vecino (Jordi Llordella), un actor sin trabajo que vive solo, y con quien desarrollará una relación especial en la que cada uno de ellos se pone en la piel de un artista: el primero revive en Isadora Duncan, una gran figura de la danza mundial, y el segundo, encarnará al gran amor de la coreógrafa, Sergei Yessenin.
Una reflexión sobre la sociedad pospandémica
«La pieza es una comedia con trasfondo negro, que muestra las necesidades de escapismo que todos tenemos mientras el mundo se desmonta a nuestro alrededor, las estrategias de supervivencia que nuestra cabeza ingenia para sobrevivir», explica Rosich. Isadora a l’armari remite a una época no muy lejana donde aislada en casa la humanidad se puso a prueba: el confinamiento causado por la pandemia de la Covid-19. «La idea del Junts saldremos adelante y Nos saldremos mejores personas fue solo un espejismo de ilusos, realmente hemos salido peor de lo que estábamos: una sociedad en shock, más frágil y con menos capacidad de reacción ante las armas de control del poder», comenta el dramaturgo.
¿Quién fue Isadora Duncan?
Isadora Duncan (1877-1927) fue una bailarina y coreógrafa americana, considerada por muchos como la creadora de la danza moderna. Simpatizó con la revolución social y política en la nueva Unión Soviética, y en 1922 se trasladó a Moscú. Su fama internacional llamó la atención y dio la bienvenida a la efervescencia artística y cultural del nuevo régimen.
El fracaso del gobierno ruso para que cumpliera las promesas extravagantes de apoyo para el trabajo de Duncan, junto con las condiciones espartanas de vida del país, la enviaron de vuelta a Occidente en 1924. Isadora Duncan, estuvo casada con el poeta ruso Sergei Iessenin (1895-1925), en un matrimonio muy corto e intenso, en una relación turbulenta y pasional. Isadora Duncan murió en 1927.
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