El Gran Teatro del Liceo ha presentado la temporada 2017-18, en una apuesta por las grandes voces de la lírica. Destaca la presencia, por primera vez en Barcelona, del tenor Jonas Kaufmann, además de Iréne Theorin, Sondra Radvanovsky, Dmitri Hvorostovsky, Gregory Kunde, Clémentine Margaine o Piotr Beczala.
El alemán Jonas Kaufmann es uno de los tenores más solicitados por los teatros internacionales. Hasta ahora no se le ha podido ver en Barcelona, pero en marzo del año próximosubirá al escenario del Liceo para interpretar Andrea Chénier, el protagonista de una historia de amor apasionada ambientada en los convulsos días del Terror, en plena Revolución Francesa. La producción de la Royal Opera House Covent Garden, con dirección musical de Pinchas Steinberg, será uno de los platos fuertes de una temporada llena de grandes nombres de la lírica donde se podrán ver 13 títulos de 10 compositores.
El Liceo lidera, por otra parte, una nueva producción de Demon de Rubinstein, un título del siglo XIX «redescubierto» por el director de escena Dmitry Bertman. Se trata de una de las óperas más genuinamente románticas del repertorio ruso, protagonizada por el aclamado barítono Dmitri Hvorostovsky. Además, también se podrán ver dos coproducciones: Roméo et Juliette de Gounod yManon Lescaut de Puccini. Tras 32 años de ausencia, la adaptación de Charles Gounod de la historia romántica más célebre de Shakespeare vuelve al Gran Teatro con dirección musical de Josep Pons. Stephen Lawless, encargado de la dirección de escena, la sitúa en el contexto de la Guerra Civil de los Estados Unidos en un montaje «inteligente, elegante y vistoso», explica la directora artística del Liceo, Christina Scheppelmann.
La temporada arrancará en septiembre con una ópera de Rossini, Il viaggio a Reims. El reparto combinará los grandes cantantes líricos con jóvenes promesas del canto como Ariadna González, Carlos Pachón y Xabier Anduaga. Ll’italià Giacomo Sagripanti, mejor joven director musical a los International Opera Awards 2016, asume la dirección musical. La inauguración, sin embargo, será el 7 de octubre con Un baile de máscaras, de Verdi y Boussard, que cuenta con la dirección musical de uno de los maestros referentes internacionalmente, Renato Palumbo.
Àlex Ollé (La Fura) repite en la programación del coliseo tras el reciente Quartett con el WagnerTristan und Isolde, producción de la ópera de Lyon. Una propuesta «muy impactante, sugestiva y estética», destaca Scheppelmann. Por otra parte, el Liceo recupera uno de sus montajes más exitosos, L’elisir d’amore de Mario Gas, representada por última vez en el teatro en 2013. Una propuesta cómica y romántica ambientada en la Roma fascista, con el entrañable recuerdo del cine neoclásico.
La temporada operística cierra en julio de 2018 con la ópera romántica La favorite de Donizetti, producción del Gran Teatro del Liceo, que se representará en versión original, en francés, firmada por el director de escena franco Ariel García Valdés y encabezada, en el reparto, por la mezzosoprano revelación Clémentine Margaine y la uzbeka Ksenia Dudnikova.
TRES BALLETS INTERNACIONALES
En materia de danza, el Liceo aumenta a tres ballets internacionales y mantiene su apoyo a IT Dansa. Le Ballet du Grand Théâtre de Ginebra llevará Romeo y Julieta, con coreografía de Joëlle Bouvier, a medio camino entre tradición y modernidad. El Eifman Ballet de St. Petesburgo estará con Anna Karenina, basada en la novela de León Tolstoi, considerada la obra maestra del coreógrafo ruso Boris Eifman. Y Les Ballets de Monte-Carlo con Le Songe, un ballet inspirado en El sueño de una noche de verano de Shakespeare.
La compañía IT Danza del Instituto del Teatro continuará presente en la programación, en este caso en el Auditorio de Sant Cugat. Presenta tres piezas, Naked Thougts, Sechs Tänze y Whim.
UN NUEVO PETIT LICEU
Con la voluntad de ir renovando el repertorio del Petit Liceu, la próxima temporada se estrenará El Joven Barbero de Sevilla, una coproducción con AsLiCo, la Asociación Lírica y Concertista Italiana, especializada en el ámbito pedagógico. La ópera incorporará elementos interactivos para favorecer la interacción con el público.