La sala BARTS cerrará sus puertas este mes de abril. Lo anunció el Ayuntamiento de Barcelona en mayo de 2020, cuando explicó la idea de transformar el espacio público en la Casa de la Música. A partir del 17 de abril, The Project dejará de gestionar la sala que ha comandado durante los últimos 10 años.
En un comunicado The Project ha explicado que no se presentará al nuevo concurso público para gestionarla porque la puja limita el uso de la sala sólo a la música. «Las discrepancias con el detalle y el contenido del nuevo concurso para la gestión del teatro, que limita el uso sólo a la música, hace inviable la continuidad de lo que es y lo que ha sido Barts y su propuesta transversal y multiescénica» , explican en el comunicado los fundadores de la empresa, Tito Ramoneda y Joan Roselló.
El Ayuntamiento de Barcelona, a través del delegado de Derechos Culturales del Ayuntamiento, Dani Granados, ha desmentido que las bases del concurso se limiten sólo a la música. En las bases del concurso se especifica «apoyo al tejido musical, a las artes escénicas ya la creación». También destacan que en las bases del concurso se concreta la apuesta «por los géneros musicales y el diálogo entre otras disciplinas artísticas».
Los trámites administrativos para la resolución del concurso de gestión de la sala se encuentran en la fase final. En febrero se cerró el período de solicitudes. La concesión contempla una sesión de cuatro años con posibilidad de prórroga hasta un máximo de cuatro años más. Con el nuevo concurso, el Ayuntamiento busca que este equipamiento trabaje de forma coordinada con la red de fábricas de creación, los centros cívicos, el tejido local y otras instituciones musicales de la ciudad. Según las bases, la nueva gestión empezará el 1 de mayo.
Del antiguo Teatro Español a la sala BARTS
Este espacio escénico, ubicado actualmente la Avenida Paral·lel 82, abrió sus puertas en abril de 1892 como Circo Español Modelo. Fue el primer teatro de la época más teatral del Paral·lel. En 1893 fue rebautizado como Teatro Circo Español, se hacía teatro y zarzuela. Era un ‘teatro de choza’, construido con estructura de madera.
En 1907 sufrió un incendio, quedó destruido y se levantó de nuevo en 1909 como Gran Teatre Espanyol. Entre 1911 y 1980 el espacio combinó su actividad como teatro con la exhibición de películas. Desde sus inicios y hasta 1980 fue un lugar de encuentro gracias al popular Café Español.
A partir de los 80 se reconvirtió en la mítica discoteca Studio 54. El espacio, que quería emular la mítica sala neoyorquina, cerró y fue derribado en 1997. Después de una breve etapa como restaurante de espectáculos y de un sonado intento de convertirlo en una gran casa de citas, el espacio fue municipalizado por el Ayuntamiento.
En 2006 fue alquilado a la Sociedad General de Autores y Editoras que respetó la antigua fachada del teatro y recuperó su actividad cultural. Se convirtió en la Arteria Paral·lel. Esta nueva etapa se inauguró con la reposición de Nit de Sant Joan, espectáculo musical de Dagoll Dagom.
En 2012 pasó a ser gestionado por The Project y El Terrat y volvió a cambiar de nombre para convertirse en la sala BARTS, Barcelona Arts on Stage. La gestión de la sala, de titularidad pública, fue concedida a través de un concurso público. Desde entonces la sala ha programado más de 1.740 funciones, entre ellas 258 espectáculos de danza, teatro y circo; 43 actividades de proyectos solidarios; 742 conciertos de un total de 827 artistas; 107 conferencias y debates, y 13 programas de televisión y radio.
Los actuales promotores del proyecto, The Project, reivindican que la sala es un modelo de referencia tanto del ámbito local como nacional que «ha conseguido devolver a la ciudad un local que, desde 1994 no había llegado a reubicarse en imaginario del público».
Músiques en Paral·lel, el nuevo proyecto gestor de la sala
Músiques en Paral·lel, proyecto que han presentado la Sala Upload con las cooperativas Quesoni y L’Afluent, ha ganado la gestión de lo que hasta ahora ha sido la sala BARTS.
El proyecto, que ha presentado la mejor oferta económica, ha obtenido la máxima puntuación en el concurso público convocado por el Ayuntamiento de Barcelona, quien ha destacado que éste es el proyecto que más se adecua al programa de las casas de cultura del Plan de Derechos Culturales.