El fado ha conseguido, en pocos años, popularizarse y romper todas las barreras culturales y geográficas. El género luso ha hecho un salto estelar que lo ha llevado de los lamentos cantados de los esclavos, a los viajes de ultramar, pasando por pequeñas tascas de mala muerte en Lisboa. Dió el pistoletazo de salida a La Revolución de los claveles (el tema Grândola, Vila Morena pasó más adelante al repertorio esencial de los grandes artistas del fado) y ahora ocupa los escenarios de los teatros más prestigiosos de todo el mundo, donde se ha consolidado como un producto cultural de masas. Hoy en día es considerada una de las músicas folk más populares y apreciadas, y fadistas como Mariza, Amália Rodrígues, Dulce Pontes, Ana Moura, Cristina Branco, Kátia Guerreiro o Mísia son consideradas estrellas internacionales. ¡Fado money, man!
Pero cuál es el orígen de esta música tradicional, nostálgica y fatalista, que ocupa una posición privilegiada a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, elaborada por la UNESCO? No hay que dar demasiadas vueltas, si tienes en cuenta que lees esta noticia a TeatreBarcelona. Exacto: el fado nació a los teatros.
El Festival de Fado de Barcelona, que se celebra los días 5 y 6 de octubre a la Sala Barts y al Museo Marítimo de Barcelona, pretende promover la lengua, la cultura y la marca Portugal. Los actos centrales serán los conciertos de Cristina Branco (5 de octubre, 20.30 h) y Antonio Zambujo (6 de octubre, 20.30 h), dos de los nombres más destacados de la escena fadista internacional. Y no es una exageración: Zambujo está nominado a los premios Grammy Latino 2019, junto a nombres como Alejandro Sanz, J. Balvin o la misma Rosalía.
Este año el Festival centra las actividades complementarias con que quieren difundir la cultura lusa en el fado y el teatro. Bien porque le dio un protagonismo absoluto, o porque lo integró en continuos contextos musicales de revistas y operetas, el teatro fue decisivo para promover el desarrollo del género, popularizarlo e impulsar la grabación fonográfica de los primeros repertorios fadistes, aquellos que hoy ya forman parte de la memoria cultural colectiva.
Durante los dos días de la cita con la cultura portuguesa se podrá visitar al Museo Marítimo la exposición “El fado y el teatro” producida por el Museo de el Fado y por la EGEAC.
Para profundizar algo más en esta relación artística entre música y escena, Ricardo Bóia ofrecerá la conferencia gratuita «Fado y teatro», en la sala de actas del Museo Marítimo de Barcelona el próximo 5 de octubre a las 18.30h.
Cómo es habitual, también habrá un espacio para el cine y durante los días del festival se proyectará en el mismo Museo Martítim la película de Francisco Ribeiro: “Pátio das Cantigas».
