'La dama de picas', la mejor ópera de Chaikovski llega al Gran Teatre del Liceu

Jordi Vilaró Berdusan

Cuando se acercan las fiestas de Navidad y hablamos de música clásica es inevitable pensar en el tradicional Concert de Sant Esteve en el Palau de la Música Catalana o en el célebre y suntuoso Concierto de Año Nuevo en el Musikverein de Viena, una celebración que se remonta curiosamente a los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial (¡debe el origen a Clemens Krauss, amigo personal de Joseph Goebbels!). Con el permiso de los hermanos Strauss, sin embargo, y de una manera más sutil y discreta, el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski siempre suele asomarse por nuestra casa al acercarse la época navideña, a menudo con motivo de la representación de los tres grandes ballets que compuso: El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces. En Barcelona se podrán ver diferentes versiones de El cascanueces con el Ballet de Barcelona en el Casino la Alianza del Poblenou, en el Gran Teatro del Liceo con el Ballet del Théâtre du Capitole de Tolosa, con el Royal Russian Ballet en el Auditori Fòrum y en versión concierto en el Palau de la Música con la Orquestra Simfònica del Vallès.

‘El cascanueces’ del Royal Russian Ballet

Por todo ello, y como una especie de continuidad navideña chaikovskiana, no resulta extraño que el propio Liceu haya programado a finales de enero la mejor ópera de este gran compositor: Pikovaia Dama (La dama de piques). Si bien su ópera más reconocida sea Ievgeni Oneguin (1879), La dama de piques (1890) es un auténtico bombón para cualquier amante del teatro y de la buena música. Como Oneguin, esta ópera se basa en una narración homónima de Aleksandr Puixkin —el padre de la literatura rusa moderna y uno de los estandartes del romanticismo literario europeo— en la que se nos explica el amor imposible entre Hermann, un joven oficial ejército, y Lisa, la limpia de una misteriosa condesa que, como no podía ser de otro modo, pretende casarla con un aristócrata (el príncipe Ieletski). El relato contiene todos los ingredientes del drama romántico decimonónica: pasión amorosa, visiones espectrales, duelos (en este caso, de cartas), engaños, muertes, suicidios…, todo ello expresado a través de un perfecto equilibrio entre el drama, la expresión lírica y la música popular.

Escena de ‘La dama de picas’, en el Liceu a partir del 26 de enero

Con una estructura mozartiana de números cerrados —es decir, con alternancia de momentos musicales entre recitativos—, La dama de piques es una historia fascinante, rebosante de momentos musicales memorables, tanto orquestales como líricos: el sonido mahleriano del Se non è vero, è bien trovato del primer acto, la siempre fascinante aria de Polina (Produgi milyye), la serena aria del príncipe Ieletski (Ja vas lyublyu) o —mi preferida— la conmovedora aria de Lisa del tercer acto, Uz polnoc blizitsja (que melódicamente recuerda mucho a Bellini). Son ejemplos de la excelencia de esta ópera redonda, equilibrada y musicalmente soberbia. Sin duda, uno de los grandes títulos de la temporada liceuense.

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Jordi Vilaró Berdusan
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