El Teatre Principal de Barcelona, situado en la parte final de La Rambla, reabrirá a partir de 2024. El Ayuntamiento de Barcelona ha llegado a un acuerdo con el Grupo Balañá para reabrir este equipamiento, en desuso desde 2016. El convenio, con una inversión privada de 25 millones de euros, contempla una reforma integral que incluye la rehabilitación de la fachada, que mantendrá su esencia histórica y patrimonial, pero también su interior que, con 11.000 metros cuadrados, albergará seis salas on es programaran propuestas de teatro tradicional, pero también de arte inmersivo y exposiciones.
El teatro tendrá una capacidad para 2.520 personas y las seis salas con las que contará serán el Teatre Principal, el Teatre Latino, la Cúpula Venus, l’Espai Rambles, el antiguo frontón Jai Alai y el Espacio Lancaster/Petit frontó. Las salas estarán comunicadas por un espacio interior que a su vez será un pasaje abierto que unirá la Rambla y la calle Lancaster.
La recuperación del antiguo Teatre Principal busca, entre otras cosas, dinamizar la parte baja de La Rambla. La remodelación integral del edificio se sumará a la transformación de esta emblemática vía de Barcelona. La idea de los promotores es iniciar las obras de reformas en junio del próximo año y abrir durante el primer trimestre de 2024, según explicaron hoy fuentes municipales.
Los promotores del proyecto es el grupo Inversiones Hoteleras Atir, liderado por Josep Maria Trénor (hoteles Praktik). La empresa ya se había interesado por el proyecto, había hablado con el Ayuntamiento y estaba prevista hacer la presentación el pasado año, pero la pandemia aplazado la cita hasta hoy.
Breve historia del Teatro Principal
El Teatro Principal de Barcelona, ubicado en La Rambla número 27, es el teatro más antiguo de la ciudad y uno de los más antiguos del Estado. A lo largo de su historia también se ha conocido como Teatro de la Santa Cruz o Teatro del Hospital.
Hasta 1729 fue conocido como la Casa y Corral de las Comedias, se representaban comedias para sufragar parte de sus gastos del Hospital de la Santa Creu. La construcción de un teatro estable no empezó hasta 1596. Desde entonces y de forma ininterrumpida, este lugar ha sido ocupado por un teatro. Después de diferentes incidentes y reformas en 1776 se construyó la base de la actual fachada.
Hasta el año 1833 fue el único espacio teatral de la ciudad, a partir de entonces aparecieron los primeros compatidores entre los que se encontraba el Gran Teatre del Liceu (en activo desde 1847). En esa época nació la mítico rivalidad entre los liceístas y cruzados. Desde 1840 adoptó el nombre de Teatro Principal y, a partir de 1905, combinó teatros con cine.
En 1943 abrió el Cine Latino (actual Teatro Latino) y también el frontón, una sala de billares y la Cúpula Venus. Después de unas reformas, dirigidas por Antoni Bonamusa, y ya en manos del Grup Balañà, en 1979 se transformó en un cine. En los años 90 acogió algunas representaciones esporádicas de teatro, conciertos, recitales y espectáculos operísticos. Se habló de la posibilidad de que el teatro se convirtiera en parte del Liceu, como sala para óperas y espectáculos de pequeño formato. Durante un tiempo fue la sala de ensayos de la orquesta y corazón del Liceu.
En enero de 2006, por último, cerró como teatro. Se negoció su adquisición por parte del Ayuntamiento, pero no prosperó. En febrero de 2013 se anunció la reforma del local, y en octubre se reabrió con Toni Albà, como director artístico. Los gestores de la actividad querían realizar espectáculos y actividades sociales, culturales o lúdicas, como desfiles de moda, presentaciones o, incluso, un hotel en las plantas superiores. En 2014 el Ayuntamiento ordenó el cierre de la discoteca, que había copado la actividad de la sala grande del teatro y, finalmente, en 2017, cerró definitivamente.