El Off del Romea vuelve con La Supervivència de les lluernes, la segunda parte de la trilogía Fer sonar una flor iniciada con El somni d’un elefant hipotecat que se pudo ver en La Seca durante el mes de octubre.
Durante la época como director del Romea, Julio Manrique intentó acercar un nuevo público al teatro, más joven o que buscara nuevos formatos y experiencias teatrales. Su apuesta por espectáculos como Sé de un lugar y La nit just abans dels boscos, un representante en el hall y otro itinerante por diferentes espacios del teatro, tuvo un gran éxito. Las dos obras no sólo se han podido ver en otras salas, sino que todavía giran. Sé de un lugar ha estado haciendo temporada en Madrid y La nit just abans dels boscos en el Maldà. El actual director, Borja Sitjà, ha querido mantener la apuesta con La Supervivència de les lluernes, una obra dirigida por Daniela De Vecchi que ya se ha podido ver en el Festival Grec, FiraTàrrega y el Temporada Alta.
LAminimAL propone un viaje a la Transición española, un viaje crítico, que revisa nuestro pasado reciente con la mirada de aquella generación que ya no la vivió. «Nos situamos en el pasado para entender el presente e interrogar el futuro», dice la actriz Xantal Gabarró. Durante el espectáculo, los asistentes son conducidos a través de un itinerario que les lleva por diferentes espacios del teatro con la voluntad de convertirlos escenario de la acción, pero también lugar de reflexión. La dramaturgia de Daniela De Vecchi, que parte de textos de Juan Mayorga y José Sanchis Sinisterra y se inspira en los últimos escritos de Pasolini, convierte los diez intérpretes en «auténticos supervivientes que habitan al margen del poder. Diez personas escondidas soledad, ofuscadas entre las luces y las sombras de este momento histórico».
La compañía nació hace cuatro años como un laboratorio de creación en la Sala Beckett alrededor de Daniela De Vecchi y la figura de Sanchis Sinisterra «con el objetivo de investigar los sistemas minimalistas y el teatro sistémico«, explica el actor Eloi Bonet. «Utilizamos una serie de movimientos o acciones repetitivas para, a partir de la forma, generar los contenidos. Los actores trabajan con una partitura de acciones físicas, que nosotros llamamos ‘actema’, que es el equivalente al fonema: la mínima unidad de acción. Y a partir de estos actemes ellos pueden modular, variar e ir introduciendo su parte creativa. Al Elefant Hipotecat trabajábamos la sistémica de manera bastante precisa, pero ya con algunos pasos de transgresión general del sistema, que ahora se acentúa con La supervivència de les Lluernes«, dice la directora.
Como el resto de sus espectáculos, LAminimAL juega con la participación del público, que si bien no sale a escena con los actores, sí es un elemento imprescindible del espectáculo. En este caso, recorrerán con una copa de vino y total cercanía con los actores el bar de la sala, las escaleras, el hall, una discoteca en el piso superior hasta llegar a la platea del teatro.
Texto: Mercè Rubià / Fotografías: LAminimAL