Guillermotta vuelve a la cartelera teatral después de su temporada de estreno en la Sala Atrium, donde estuvo entre noviembre y diciembre de 2021.
Guillermotta es un alter ego muy particular de Guillermina Motta, encarnado por el actor y cantante Jordi Vidal, que interpreta algunos de los temas esenciales de la trayectoria del artista barcelonesa. «Guillermina Motta es, para mí, la artista más íntegra, más genuina que ha dado este país», explica el actor: «Seguramente, una figura como ella, en otros países estaría más reconocida y tendría más musicales».
Escrito y dirigido por Jordi Prat i Coll, Guillermotta es un íntimo concierto escenificado donde no faltará la ironía, la sensibilidad, el compromiso o la poesía que tanto carácter daban a las actuaciones de esta artista. “Nos hemos puesto la peluca para ser ella, para convertirse en vedettes comamachos y también elegantes chansonieres”, comenta Prat y Coll: “Lo hemos hecho porque nos amamos su música, las letras que mueven esta música y sobre todo el alma que las unió”. La veterana artista, que se retiró de la vida social en 2002 y se da poco a los homenajes, ha visto el espectáculo dos veces y ha dado su ‘bendición’.
Cornudella, Prat y Coll y Vidal, los tres Jordis de ‘Guillermota’
En escena, el actor Jordi Vidal se acompaña del piano de Jordi Cornudella, quien asume también la dirección musical, para hacer un íntimo retrato de esta compositora, letrista, adaptadora o cupletista que, aparte de popularizar temas como Lily Pantera o la famosísima canción Remueve niña, ha cantado temas de la chanson française o ha musicado poemas de Salvat-Papasseit, Carner o Sagarra. “A pesar de la visión más frívola que tenemos de ella durante los 80, Guillermina tiene una parte más profunda que conecta con los sentimientos, y eso también hemos querido trasladarlo al espectáculo”, explica Vidal, quien recibió este año el Premio de la Crítica al Mejor Actor de Musicales por este mismo espectáculo. «Es un espectáculo hecho con mucho amor y sobre todo con mucho respeto hacia el repertorio de una mujer extraordinaria», añade el director: «Una mujer que hizo de la frivolidad anécdota y de la tristeza categoría, que ha sabido navegar por este país aportando inteligencia, gusto, pillería, ironía y sobre todo coherencia y aprecio por todo un patrimonio cultural”.
Con Guillermotta, Vidal cierra una trilogía que empezó el año 2005 con un montaje dedicado a Ovidi Montllor y el año 2011 con un homenaje a Jacques Brel, y ahora toca Guillermina Motta, muy amiga del primero y que cantó en catalán muchas canciones del segundo.
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